martes, 14 de noviembre de 2017

SITIO FOSILIFERO DE MESSEL

MesselFossilPit081310.JPGEl sitio o yacimiento fosilífero de Messel es una cantera abandonada en el bosque de Sprendlingen, en la periferia del pueblo de Messel, a unos 9 km de la ciudad de Darmstadt y a 35 km al sureste de Fráncfort del MenoAlemania. En el pasado (hasta 1971) se explotaban las lutitas bituminosas - que conforman los sedimentos donde se hallan los fósiles - con el fin de obtener petróleo. El lugar tiene una gran importancia geológica y, principalmente, paleontológica debido a la multitud de fósiles que se han encontrado en un excepcional estado de conservación.
El yacimiento se originó en el Eoceno medio, en un maar formado tras una erupción freático-magmática. Los antiguos sedimentos lacustres de aquel maar, limos y arcillas con abundante materia orgánica, hoy lutitas bituminosas, han conservado restos vegetales y miles de fósiles muy bien preservados de insectos y peces, así como numerosos restos esqueléticos completos de reptiles, aves y mamíferos. En algunos casos se conservan impresiones de plumas, pelaje, piel, contenidos estomacales, etc., además de permanecer en la forma natural, sin haberse dispersado las partes del cadáver como ocurre en la mayoría de los fósiles encontrados, lo que ha ayudado a la reconstrucción más real de los fósiles.1
Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 9 de septiembre de 1995.


Desde 1859 y hasta 1970 se extraía de los sedimentos de la hoya de Messel mineral de hierro, lignita y arcilla bitiminosa (lutita) para obtener petróleo (sedimentos que coloquialmente se denominan «pizarra bituminosa» por su óptica similar a la pizarra). La riqueza fosilífera de Messel comenzó a conocerse en 1875, cuando se publicó la primera descripción de un fósil procedente del yacimiento: los restos fósiles de un cocodrilo descubiertos por Rudolf Ludwig. Sin embargo, por esta época era mucho más importante la explotación económica de la Grube y en un comienzo no se le dio gran importancia a estos hallazgos, entre otras cosas porque al no haberse desarrollado una técnica precisa para su fijación, las muestras se desmoronaban en cuanto perdían humedad.
En 1966, el museo del Land Hessen que se encuentra en la ciudad de Darmstadt inauguró los primeros trabajos de campo y las excavaciones sistemáticas. Durante bastante tiempo coexistieron la explotación de lutitas para la obtención de petróleo con estas primeras exploraciones científicas. A partir de allí, pero especialmente pocos años después del cierre de operaciones de la mina a tajo abierto en 1971, comenzaron a llegar al lugar muchos paleontólogos aficionados. Atraídos por las particularidades del lugar y la facilidad de dar con hallazgos de grandes piezas intactas y de gran interés para los estudios paleontológicos, comenzaron a realizar excavaciones y levantamientos, la mayor parte de las veces relativamente desorganizados, no siempre acompañados de una descripción rigurosa. Muchos de estos hallazgos se vendían además a coleccionistas privados antes de ser clasificados científicamente de manera precisa.
Más tarde, a partir de 1975, vino una época de excavaciones de emergencia: los terrenos de la hoya de Messel habían sido transferidos a una asociación para la gestión y eliminación de basuras. El plan era transformar el sitio en un vertedero de desperdicios para la zona sur de Hesse. Varios equipos de organizaciones de científicos y también aficionados participaron de la tarea urgente de intentar rescatar lo más rápidamente posible la mayor cantidad de fósiles, antes de que el sitio fuese cubierto para siempre por el basural. En este contexto, las técnicas de excavación no fueron las más ortodoxas, pero sí las apropiadas para este fin de emergencia: se levantaban (haciendo palanca) grandes placas de los sedimentos bituminosos para luego buscar en terreno los fósiles en los mismos cortes transversales o levantando capas horizontales, simplemente utilizando un cuchillo grande para separarlas. Este método fue bastante eficiente y muchos de los hallazgos más notables datan de esa época (incluyendo, por ejemplo, el primer esqueleto parcial de un prosimio)4​ Se unió también entonces a los esfuerzos de investigación el Instituto Senckenberg de Fráncfort, un equipo científico que continúa actualmente con excavaciones en el yacimiento y que en conjunto con un instituto de Hanover dedicado a tareas de colaboración en geociencias (Institut für geowissenschaftliche Gemeinschaftsaufgaben) y con el servicio estatal de Hesse de medio ambiente y geología (Hessisches Landesamt für Unwelt und Geologie) de Wiesbaden, llevaron a cabo una perforación de 430 metros de profundidad en el sondeo de 2001.
El yacimiento se encuentra a sesenta metros bajo tierra y tiene una superficie aproximada de 1 km2. Cuando se formó, en el Eoceno (hace cincuenta millones de años), se encontraba 10º más al sur que hoy en día, y su clima y ecología eran muy diferentes. Había múltiples lagosrodeados por densos bosques subtropicales que albergaban una increíble diversidad de formas de vida. El conjunto de lagos de Messel 

El yacimiento se encuentra a sesenta metros bajo tierra y tiene una superficie aproximada de 1 km2. Cuando se formó, en el Eoceno (hace cincuenta millones de años), se encontraba 10º más al sur que hoy en día, y su clima y ecología eran muy diferentes. Había múltiples lagosrodeados por densos bosques subtropicales que albergaban una increíble diversidad de formas de vida. El conjunto de lagos de Messel era probablemente el punto central del drenaje de los ríos y riachuelos cercanos.
Los sedimentos fueron depositados durante el período Geiseltaliano (Eoceno medio), hace unos cincuenta millones de años. En Europa central los yacimientos de fósiles de este período son raros. Sitios comparables, como los depósitos de Egerkingen en Suiza, así como el yacimiento de Buschwiller de Alsacia en (Francia) son algo más antiguos, mientras que en la región del Eifel o en los yacimientos de carbón del Geiseltal (cerca de Halle) los sitios fosilíferos son algo más recientes que el de Messel.5
Se trata en todos estos casos de yacimientos terrestres pero, durante el Eoceno, el mar del Norte se extendía hacia el sur abarcando parte de Europa continental, de modo tal que muchas regiones de Alemania, Francia e Inglaterra se encontraban bajo el agua, situación de la que dan cuenta los múltiples hallazgos de fósiles de especies marinas. Messel se encontraba también a orillas del mar Mediterráneoancestral, que se extendía hacia el sur. Rodeado por todas partes de agua, este continente terciario en el que se ubicaba el yacimiento, suele denominarse Isla de Europa Central.5
Por otra parte, hace 47 millones de años, el clima y la geografía de Europa eran completamente diferentes los actuales. Messel se encontraba además en la latitud geográfica de la actual Sicilia o del sur de España. Debido a que los polos no estaban cubiertos de hielo tampoco existían las actuales grandes diferencias entre el clima ecuatorial y las latitudes polares. El Eoceno fue un tiempo muy cálido en la historia terrestre. Los estudios de evolución del clima muestran que solo rara vez antes del Eoceno (y nunca después) existieron temperaturas medias superiores.
A la inversa, las condiciones climáticas de entonces también pueden reconstruirse a partir de la distribución geográfica de las especies en la actualidad y su familiaridad con las especies fósiles halladas en Messel. Por ejemplo, se ha podido constatar que las especies que están más estrechamente relacionadas con los hallazgos fósiles se pueden encontrar hoy en día solamente en regiones tropicales o subtropicales. Este es el caso, por ejemplo, de algunas familias de plantas como las Mastixiaceae, típicas del sur de Asia. En efecto, la mayoría de las especies relacionadas familiarmente con las plantas (climáticamente muy exigentes) de Messel existen hoy en día exclusivamente en los trópicos y subtrópicos. Algunas familias se restringen solo al sur de Asia, como las Mastixiaceae, endémica en la selva tropical del archipiélago malayo. Con los insectos también ocurre algo análogo. Los familiares de los fósiles hallados en Messel - como las cigarras, termitas y grillos de los arbustos (saltamontes)- pueden encontrarse hoy solo en áreas tropicales y subtropicales. En Messel se han descrito recientemente (Wedmann et.al. 2007) 36 especies de insectos extraños que imitan las hojas de una planta con una precisión asombrosa, tanto en el color como en la forma. Especies con capacidades similares se circunscriben hoy a la región de Asia del Sur. También hay una especie de Mantis encontrada en Messel que sobrevive hoy en día solamente en América del Sur.
La roca principal que se puede encontrar es la lutita bituminosa, formada por el lento depósito de fango y plantas al fondo del lago. Los sedimentos se extienden 130 metros hacia abajo y reposan sobre una capa de arenisca más antigua. Pero lo que hace que los fósiles del yacimiento se conservan tan bien y con tanta claridad son las peculiares características del lago. La parte superior del lago albergaba una gran diversidad de organismos, pero el fondo no estaba sujeto a fuertes corrientes, creando un ambiente muy anóxico. Esto evitaba que muchas especies vivieran en este nicho, de manera que la perturbación biológica era mínima. Las inversiones de las capas del lago, causadas por los cambios de las estaciones, reducían el contenido de oxígeno de las capas superiores, provocando la "extinción" periódica de las especies acuáticas. Todo esto, junto con un ritmo de depósito relativamente bajo (0,1 mm/año), creaba un ambiente privilegiado para la conservación de la fauna y la flora.
El yacimiento de Messel comprende la muestra de flora y fauna geiseltaliana mejor conservada que se conoce. En la mayoría de yacimientos, encontrar esqueletos parciales supone todo un logro, pero en Messel existen numerosos casos de conservación integral, e incluso en algunos se conservan impresiones del pelaje, las plumas, o las marcas de piel de algunas especies. La gran diversidad de especies es también un punto a favor, gracias, en parte, a las erupciones de gas. En el yacimiento se han encontrado:
  • Más de diez mil peces fosilizados pertenecientes a diversas especies.
  • Miles de insectos tanto acuáticos como terrestres, en algunos de los cuales se conserva la coloración.
  • Gran cantidad de pequeños mamíferos, incluidos caballos enanos, grandes roedoresmonoszarigüeyasarmadillos, parientes del cerdo hormiguero, y murciélagos.
  • Numerosas aves, especialmente especies predadoras.
  • Cocodrilosranastortugassalamandras, y otros reptiles y anfibios.
  • Gran cantidad de plantas. Aparte de muchas algas, fueron halladas siete familias de helechos (Pterophyta), cinco familias de coníferasy una familia del orden de las Lycopodiales. Además, innumerables restos diversos de partes de plantas, como hojas de palmerafrutospolen, y núculas, hallazgos desde los que se ha podido describir 15 familias de monocotiledóneas y 81 familias de 


Peces[Los millares de restos de peces encontrados se agrupan en un total de ocho especies, con la particularidad de mostrar una elevada variabilidad morfológica en alguna de las especies, quizá debida a que el registro fósil cubra varios cientos de miles de años y refleje la diversidad temporal más que sincrónica.​ Más del 90% del total de vertebrados hallados en Messel son peces.

Atractosteus kinkelini (=A. strausi), un lepisosteiforme;
Masillosteus kelleri, un lepisosteiforme;
Cyclurus kehreri, un amiiforme;
Thaumaturus intermedius, un osteoglosiforme que se alimentaba principalmente de pequeños crustáceos e insectos;14
Anguilla ignota, una anguila;
Amphiperca multiformis, un percoideo;
Palaeoperca proxima, un percoideo;
Rhenanoperca minuta, un percoideo.15

Reptiles y anfibios

Las serpientes conforman el grupo mayor de reptiles encontrados en Messel.16
Asiatosuchus, el mayor cocodrilo de Messel, de hasta 4 metros de longitud;16
Allognathosuchus, un cocodrilo malacófago;
Diplocynodon, un aligátor;
Palaeopython, una serpiente;
Eopelobates wagneri (Weitzel,1938);7
Messelobatrachus tobieni (Wuttke, 1988);7
Testudines, tortugas.

Aves Palaeotis, una avestruz primitiva.

Strigogyps sapea (anteriormente Aenigmavis)
Messelornis, el ave de Messel; pariente del ave sol.
Masillastega, un súlido de agua dulce.
Messelasturidae, un grupo de aves carnívoras enigmáticas que parecen una mezcla entre el búho y el halcón.
Masillaraptor, un halcón primitivo.
Parargornis, relacionado con los antepasados de los colibrís.
Messelirrisor, minúsculas aves similares a las abubillas.
Selmes (un anagrama de "Messel"), un Coliidae con prominentes dedos de los pies.
Gastornis (anteriormente Diatryma), una gran ave ramoneadora incapaz de volar.

Mamíferos

Leptictidium nasutum, un mamífero omnívoro extinto;
Propalaeotherium, un pariente primitivo del caballo;
Ailuravus, un roedor;
Buxolestes, un pantoléstido;
Peradectes, un marsupial;
Palaeochiropteryx, un murciélago;
Lesmesodon, un pequeño creodonto;
Eomanis, un pangolín primitivo;
Eurotamandua, un pangolín similar al oso hormiguero;
Europolemur koenigswaldi y E. kelleri, primates;17
Paroodectes, un mamífero carnívoro primitivo;
Pholidocercus, un erizo primitivo;
Messelobunodon, un artiodáctilo primitivo;
Godinotia, un mono prehistórico similar a un lémur;
Darwinius masillae, un primate primitivo;
Hyrachyus minimus (Fischer, 1829) un tapir primitivo.

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