Una recta es un continuo de carácter infinito, en donde ocurre que los puntos de dos segmentos de recta que poseen largos diferentes, pueden hacerse corresponder unívocamente; de forma tal que ambos segmentos de recta contienen la misma cantidad infinita de puntos, independiente que estos segmentos posean largos diferentes.
Ahora el Principio de Autosemejanza que posee la recta cobra suma importancia cuando se considera, que un continuo de infinitas rectas articula el sistema geométrico, con el cual se sustenta la morfología física de la naturaleza que habitamos.
En consecuencia, el sistema de organización geométrico del Universo (la matemática) es un continuo de carácter infinito, que se configura en función de un Principio de Autosemejanza; producto de lo cual este Principio de Autosemejanza debería extrapolarse consecuentemente a la manifestación física del Universo, ya que tal como se sabe, la determinada configuración que posee el sistema de la matemática, rige de forma directamente correspondiente la manera especifica en que se manifiesta físicamente la naturaleza.
Conjuntamente a todo lo anterior, cuando la naturaleza nos sugiere con su comportamiento la teoría que el Universo posee una magnitud infinita en su extensión, emerge por directa correspondencia conceptual, el hecho de que el Universo debiera configurarse en función de un Principio de Autosemejanza; dado que la naturaleza seria básicamente un conjunto físico infinito, que se organiza mediante un sistema matemático, en el cual ocurre que la generalidad de los conjuntos infinitos se configuran en función de un Principio de Autosemejanza.
Por lo tanto mediante la implementación de simple y elemental lógica analítica, se obtiene el postulado que el Universo debe manifestarse como un continuo físico de magnitud infinita, que se configura en función de un Principio de Autosemejanza.
Un buen ejemplo que complementa todo lo expuesto con evidencia empírica, lo constituye la Divina Proporción, ya que esta es sin lugar a dudas uno de los pilares esenciales de la matemática.
Así la Divina Proporción conforma un sistema indisoluble con el numero áureo, la espiral áurea, y la sucesión de Fibonacci, y sucede que todos ellos poseen magnitudes infinitas y expresan además un Principio de Autosemejanza.
De este modo la Divina Proporción, el numero áureo, la espiral áurea, y la sucesión de Fibonacci, forman parte esencial del sistema matemático que organiza el Universo, y así es como estas determinan la forma especifica en la cual se manifiesta una abrumadora cantidad de acontecimientos físicos de la naturaleza; de forma tal que la naturaleza evidencia una gran predilección por organizar los acontecimientos físicos, en función de un Principio de Autosemejanza; por lo cual seria bastante consecuente el hecho que este Principio de Autosemejanza se extendiera al Universo como un todo unificado.
Algunos eventos físicos que exponen un Principio de Autosemejanza son por ejemplo:
el cuerpo humano y de animales plantas y árboles huracanes planetas y átomos moléculas espiral de ADN,
... etc.
El Pensamiento Sistémico es un lucido marco conceptual surgido en las ultimas décadas, que reconoce que las partes de un sistema exponen el real sentido de sus comportamientos, solo cuando se les comprende contextualmente a través de la unidad organizada que conforman en sus interacciones.
De esta manera el Pensamiento Sistémico considera que un sistema es como una especie de red en la cual se entretejen nodos, de manera que cada nodo representa un organismo especifico que constituye por si mismo una nueva red.
La matemática es indudablemente un sistema, y como tal muestra una plena concordancia con lo que plantea el Pensamiento Sistémico, ya que es un hecho evidente que todos los acontecimientos matemáticos conocidos por el hombre, se encuentran íntimamente interrelacionados entre si, de manera tal que todos ellos se manifiestan en definitiva como un gran sistema continuo y autorreferencial, que posee un programa auto justificado que se retroalimenta por la red de interacciones que establecen todos sus componentes entre si.
De esta forma ocurre que la manifestación de un acontecimiento matemático especifico, se debe y deriva de la existencia de todos los otros acontecimientos matemáticos, que componen en su interrelación el sistema total que llamamos matemática.
Todas las pruebas científicas recopiladas a lo largo de la historia señalan efusivamente que la naturaleza es un sistema, por lo tanto de acuerdo con el Pensamiento Sistémico la naturaleza debería mostrar todos los comportamientos que definen a un sistema propiamente como tal.
Conjuntamente sabemos que la matemática es un sistema que se expresa tal como lo plantea el Pensamiento Sistémico, por lo tanto este comportamiento de la matemática debería extrapolarse correspondientemente a la manifestación física del Universo; ya que el sistema matemático determina directamente la manifestación física de la naturaleza.
En consecuencia cada uno de los dos puntos anteriores proclama por si solo que:
Todos los acontecimientos físicos de la naturaleza deberían encontrarse íntimamente interrelacionados entre si, de manera tal que todos ellos deberían manifestarse como un gran sistema continuo y autorreferencial, que posee un programa auto justificado que se retroalimenta por la red de interacciones que establecen todos sus componentes entre si.De este modo tendría que ocurrir que la manifestación de un acontecimiento físico especifico, se debe y deriva de la existencia de todos los otros acontecimientos físicos, que componen en su interrelación indisoluble el sistema total que llamamos Universo.
En la experiencia cotidiana el hombre solo se vale de meras abstracciones para definir los limites de las cosas, pero en su verdadera expresión los sucesos de la naturaleza son mas bien una secuencia continua de procesos entrelazados.
Por ejemplo es imposible decir con exactitud absoluta donde comienza una persona y donde termina una estrella lejana, ya que mas de algún aspecto de sus manifestaciones va a estar entrelazo, como sus campos electromagnéticos por ejemplo que poseen una propagación de connotación infinita.
La manifestación del Universo como un sistema continuo goza de una gran aceptación dentro de la afamada física quántica, así todo esto queda bien demostrado por ejemplo en las palabras de tres científicos de renombre mundial:
"Las partículas materiales aisladas son abstracciones, ya que sus propiedades solo son definibles y observables mediante su interacción con otros sistemas".(Niels Bohr)"La unidad esta replegada en el Universo como una expresión de su orden implícito o implicado".(David Bohm)"El mundo se muestra as! como un complicado tejido de sucesos en el cual alternan, se superponen o se combinan conexiones de diferentes clases, que al hacerlo as! determinan la textura del todo".(Werner Heisenberg)
Hasta el momento se ha realizado dentro de este texto un proceso de análisis formal, que se argumenta en una lógica sumamente elemental y purista, de esta forma, en función de los comportamientos mas relevantes que posee el sistema matemático, que organiza la manifestación física del Universo, se ha llegado a concluir básicamente tres teorías interconectadas entre si:
El Universo debería tener una magnitud infinita en cuanto a su extensión hacia el macrocosmos y hacia el microcosmos.
El Universo debería manifestarse como un continuo físico de magnitud infinita, que se configura en función de un Principio de Autosemejanza.
El Universo debería manifestarse como un sistema continuo y autorreferencial, en donde la manifestación de un acontecimiento físico se debe y deriva, de la existencia de todos los otros acontecimientos físicos que componen en su interrelación indisoluble, el sistema total del Universo.
Si se lee con detención los tres puntos anteriores se puede evidenciar que prácticamente todos los parámetros expuestos, describen y aluden exactamente a los parámetros que definen propiamente como tal a un acontecimiento bien conocido dentro del mundo científico, es decir el fractal.
Por lo tanto las tres teorías interconectadas entre si que se pronunciaron dentro de este texto, se sintetizan fundamentalmente en una sola teoría unificada, y esta se definirá de hache en adelante como Teoría de la Cosmofractalidad, y en términos básicos, propone un modelo del Universo que lo concibe constituido como un gran fractal físico de magnitud infinita; es decir que la naturaleza se contempla como un gran Cosmofractal (Conjugación de los términos "cosmos" y "fractal").
De este modo el Modelo de la Cosmofractalidad concibe como principio basal de sus postulados, que la estructura fractal del Universo es la corporización física del sistema matemático; el cual en su función como patrón de organización fundamental, determina de forma correspondiente a sus características , la manera en la cual se relacionan entre si todos los componentes de la naturaleza.
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