Las ruinas de Huanchaca (quechua: puente de las penas), son el vestigio de una antigua fundición de plata, localizada en Antofagasta, Chile.
Fue declarado el 7 de enero de 1974 como Monumento Histórico Nacional, según el Decreto Supremo nº 9 del Consejo de Monumentos Nacionales de Chile.
Comenzó su construcción en 1888, tras el acuerdo pactado entre la Compañía Minera de Huanchaca y la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta (tras las negociaciones entre el chileno Melchor de Concha y Toro y el boliviano Aniceto Arce) para el transporte del mineral desde las minas bolivianas hasta la futura refinadora en suelo antofagastino. En abril de 1889, Arturo Wendt y A. Gmehling entregaron los planos de la construcción.
Las obras se retrasaron producto del retraso en la
fabricación de las maquinarias. Las obras tuvieron un costo de
$6.500.000, pese a que inicialmente se estimó que costaría solamente $
1.000.000 levantar el recinto metalúrgico. El establecimiento industrial
fue inaugurado en 1892. Entró en funcionamiento el 26 de febrero de 1893,
realizando la actividad de amalgamación y refinación de los minerales
de plata, recibiendo 200 toneladas diarias de material, lo que producía
3,85 toneladas de plata mensuales.[2][3] La empresa llegó a emplear más de 1.200 trabajadores.
Debido a lo poco beneficioso desde el punto de vista económico, la empresa cesó en 1902
sus actividades, producto de la inestabilidad de los precios de la
plata en el mercado mundial y a que su tecnología fue superada. Además,
la mina de Pulacayo sufrió la inundación de su yacimiento, la cual no se
pudo recuperar. Tras esto, se llevó a cabo el desarme y remate del
patrimonio.[2]
Monumento
La sala de máquinas fue transferida a propiedad de la I División del Ejército de Chile, unidad que la utilizó para levantar la Capilla Militar Nuestra Señora del Carmen, la cual fue inaugurada el 30 de noviembre de 1942.
Tras años a manos del Fisco de Chile, la mayor parte fue transferida a propiedad de la Universidad del Norte (hoy llamada Universidad Católica del Norte) el año 1964. Fueron declaradas Monumento Histórico Nacional el 7 de enero de 1974.
Tras la confirmación del 14 de julio de 2006 por parte de la Superintendencia de Casinos de Juego de Chile, el grupo AM Corp se adjudicó la licencia de casino bajo el proyecto Enjoy Antofagasta. Este proyecto construyó un casino de juegos frente al monumento histórico, además creó el Parque Cultural Huanchaca, compuesto por el Museo del Desierto de Atacama
(obra de los arquitectos Ramón Coz, Marco Polidura, Eugenia Soto e
Iñaki Volante), además de un pequeño anfiteatro. Para la administración
del recinto, se creó la Fundación Ruinas de Huanchaca, sociedad entre el
casino y la universidad.
Lo que hoy queda es simplemente parte de lo que fue la fundición de hierro y corresponde a gruesas paredes de piedra andesita rojiza.
En el año de su construcción, era la refinadora más moderna de Sudamérica. Contaba con una central eléctrica
propia para el suministro de las faenas y la maestranza. El alumbrado
del barrio era proporcionado por una fábrica de gas, también propiedad
de la compañía.
Hoy en día, las ruinas poseen cuatro sectores
diferenciables: la gran masa central corresponde a lo que fueron las
oficinas y maestranza de la compañía, el bloque ubicado en Avenida
Argentina que corresponde a un horno de la refinadora, las escaleras
ubicadas frente al horno y la Casa de Piedra (actualmente la Capilla Militar Nuestra Señora del Carmen).
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