domingo, 24 de septiembre de 2017

¿REGRESO DE LOS GIGANTES?



¿Están regresando los Anakim o los Refaim, los gigantes de la Biblia, a Israel hoy en día?

Solamente hay dos períodos de historia registrada cuando se reportaron gigantes en Israel; en los días bíblicos desde el tiempo de la inundación a la ascensión del Rey David, y desde 1993 en el moderno Israel.

El caso del regreso de los gigantes a Israel es hermético. Los gigantes eligieron cuidadosamente a contactados (contactees) confiables como testigos, permitieron que filmaran sus naves y dejaron en su amplia estela una evidencia física.

De hecho, lo que caracteriza la actual ola de Ovni Israelí de otras en el mundo, es la escarpada abundancia de evidencia física dejada atrás por los visitantes. Considere el primer incidente en llevar a Israel en la edad Ovni.

Por la tarde del 28 de septiembre de 1987, un mecánico automotriz de veintisiete años, Ami Acharai estaba conduciendo justo al sur de Haifa, cuando vio lo que pensó que podría ser un helicóptero en dificultades, revoloteando justo arriba de las arenas de la Playa Shikmona, en el Mar Mediterráneo. El paró su automóvil y para su completo asombro, vio una nave en forma de disco la cual emitía un destello rojo brillante antes de desaparecer.

El volvió dos días más tarde al sitio, con un ovniólogo recomendado por la policía, Hadassah Arbel. Lo que descubrieron permanece como una de las pruebas más duraderas alguna vez dejada por un Ovni, de su existencia física. El destello emitido por la nave quemó su imagen en las arenas de la playa Shikmona. Un disco elipsoide de quince metros estaba quemado negro en la arena, pero lo más interesante fue lo que no fue quemado.

En la vegetación que no fue quemada estaba una clara imagen del piloto de la nave con la cara frente a un tablero de control.

Playa Shikmona 1                                                                    Playa Shikmona 2
Examinando la imagen quemada en la Playa de Shikmona
 
Siete años más tarde, yo envié muestras de la arena quemada al programa televisivo Avistamientos, el cual las sometió a pruebas de laboratorio. La arena parecía derretirse con el calor de la luz de la cámara. La razón, más tarde descubierta fue que las partículas de arena estaban cubiertas por un material de hidrocarburo que se derretía a bajas temperaturas. El laboratorio no pudo encontrar ninguna explicación natural o humana para el fenómeno

El incidente de Ami Achrai fue seguido por una ejecución repetida el 6 de junio de 1988, cuando una nave de forma similar fue, una vez más, quemada en las arenas de la Playa Shikmona, como a unas 100 yardas al norte del primer sitio. Esto fue seguido por la exhibición más espectacular de todas.
El 27 de abril de 1989, dos adolescentes fueron testigos cuando un Ovni explotó en miles de casquillos sobre la Playa Shikmona.

Por ahora, los ufólogos israelíes estaban preparados para manejar el último incidente más científicamente. Sobre la playa estaba esparcido un metal blanco ardiente, el cual era fresco al tacto. El metal incluso brillaba en el agua. Al ser recogidos, los casquillos se convirtieron en arena blanca. Los científicos del Instituto Technion de Tecnología probaron el sitio y encontraron que el magnetismo era 6,000 veces más alto que el del área circundante. Los casquillos fueron encontrados ser magnesio muy puro.

Doscientas yardas sobre la Playa Shikmona está una capilla bíblica, llamada la cueva de Elías. Aquí, Elías predicaba, y aquí o en algún lugar cercano, en las Montañas Carmel, Elías desafió a los cananitas a un duelo de Dioses. Dos toros fueron atados y se les suplicó a los dioses que los asaran. Por supuesto, Baal les falló a los Cananitas, pero el dios de Elías envió un rayo de luz desde el cielo, que cocinó al toro en el acto.

Este rayo debe haber sido similar a la clase de rayo que quemó las arenas de la Playa Shikmona en la forma de un platillo.

Dentro de la Cueva de Elías está un dibujo antiguo de algo que era la imagen expectorante de la nave, quemada dentro de las arenas abajo. El equipo de Avistamientos decidió que la imagen “era una coincidencia. Tal vez era un murciélago.”

Cuando Michael Hesemann filmó el dibujo, partió seguro que era un equivalente a las pinturas quemadas en la arena.

Aunque el significado del dibujo de la cueva está en conflicto, el hecho de las inscripciones quemadas por el moderno Ovni no lo está. Algo único ocurrió en la Playa de Shikmona. La nave alienígena decidió dejar recuerdos allí por lo menos en tres ocasiones. Haciendo esto, ellos revelan las dimensiones de su nave y aparentemente del piloto, así como su material de construcción. Estos no fueron círculos de cosechas, ni fueron formados de la misma manera. Un muy diferente mensaje fue dejado en las arenas de la Playa Shikmona.

Después de la explosión Ovni, hubo una brecha de actividad Ovni quebrada hasta en 1993 una sola vez, a finales de 1991 sobre la aldea de Sde Moshe, unas cinco millas de Kadima. Allí, después de dos noches seguidas de tener el interior de su casa iluminado por una inexplicable nave flotando sobre ella, Eli Cohen capturó al Ovni responsable en una cinta de video. Algunos minutos de la cinta fueron filmados después del amanecer, dando como resultado un registro más claro y convincente de un Ovni.

Parece que los visitantes simplemente estaban explorando el área de Kadima en 1991, pero regresaron con vigor en 1993. Y esta vez, los ocupantes de las naves hicieron más que simplemente flotar en el cielo.

Temprano por la mañana del 20 de abril, la casa de Tsiporet Carmel brilló desde adentro. Ella caminó hacia fuera y vio lo que pensó que era un nuevo silo de frutas construido fuera de su patrio trasero. Pero entonces vio al silo agregar una segunda entrada a sí mismo. Diez yardas a un lado de este mágico silo, Tsiporet vio un ser de siete pies de altura, vistiendo un mono metálico. Su cabeza estaba cubierta con lo que se veía como un sombrero de apicultor.

Tsiporet dijo,
“Porqué no te quitas tu sombrero para que pueda ver tu cara?”
El ser le contestó telepáticamente,
“Esa es la manera que es.”
Este fue el primer encuentro cercano con un ser alienígena, publicado en Israel.

Tsiporet pudo fácilmente haber sido objeto de ridículo, pero por el hecho de que un círculo de cosecha de 4.5 metros de diámetro fue encontrado exactamente donde ella había visto la nave. Dentro del círculo habían casquillos de un material, que más tarde fue encontrado ser un silicón (¿silicio?) muy puro. Yo agrego, los ovniólogos israelitas están divididos sobre la veracidad del silicón, porque había un bromista suelto en Kadima.

Sin embargo, en el plazo de diez días, dos círculos más fueron encontrados justamente afuera del patio trasero de Tsiporet. Esta vez, estaban empapados con un líquido rojo, y este fluido sería una característica constante de próximos círculos de aterrizaje. Fue probado por el Laboratorio Biológico Nacional en Ness Tziona, y se encontró que estaba compuesto, sobre todo, de cadmio.

Este fue el final de los incidentes de Tsiporet.

Ahora los visitantes se concentraron en dos otras mujeres de unos treinta y ocho años, viviendo en la Calle Hapalmach. La primera era una inmigrante Rusa, Mara. Extrañas fuerzas sacudieron su casa tan fuertemente que causaron que la unidad exterior de aire-acondicionado se cayera de su cubierta hacia la casa. Voces llamaban a Mara en su apodo de su niñez.

Eventualmente, ella decidió que la casa estaba embrujada y se mudó lejos de Kadima.
Equipo de Avistamientos en el Círculo en Kadima
 
Shosh Yahud es la tesorera de la ciudad de Kadima. Ella es muy realista, y no quiere tener lo menos posible que ver con su experiencia Ovni. En mayo, ella despertó para ver a un ser de siete pies, cara redonda en un mono plateado circundando su cama como si estuviera “flotando en sus zapatos.” La criatura le aseguró que no estaba allí para hacerle daño, por lo que ella se relajó. Después de unos pocos minutos, el ser flotó a través de su pared, hacia fuera.

Shosh pensó que había soñado el incidente, hasta que vio hacia fuera de su ventana por la mañana y vio un círculo de cosecha de 4.5 metros en su patio trasero. Los ovniólogos descendieron en su hogar y descubrieron silicón y cadmio dentro del círculo.

Después, en junio, fue el turno de Hannah Somech de ser visitada por un gigante. Hannah vive en Burgata, a tres millas de Kadima. Ella estaba asustada de ver a su perro volar a través de la cocina, hacia una pared. Caminó hacia afuera para investigar, y su camino fue parado por una fuerza invisible. Luego vio a un ser de siete pies, cara redonda en un mono metálico, examinando su furgoneta.

Ella le dijo al ser,
“¿Qué hiciste con mi perro?”
El ser le contestó telepáticamente,
“Vete. Estoy ocupado. Yo podría aplastarte como a una hormiga si quisiera. Vete de nuevo donde tu marido.”
No es necesario decir que más tarde fue encontrado un círculo de 4.5 metros machacado en el césped, en el patio trasero de Hannah. Dentro de él, el césped estaba empapado con un líquido rojo, cadmio.

A finales del verano, los informes creíbles de gigantes vagando por la tierra persuadieron a la seria estación de televisión, Canal Uno, que transmitiera un programa de una hora en el tema. Tsiporet y Shosh aparecieron, así como los ovniólogos que habían examinado los círculos de Kadima. Para el aparente susto del anfitrión, los televidentes creyeron a los defensores de los aterrizajes alienígenas. El resultado fueron dos testigos más, presentándose en público.

Ambas eran mujeres a finales de sus treinta años, que vivían a diez minutos una de la otra, al sur de Tel Aviv. Clara Kahonov de Holon estaba más renuente a ser interrogada, pero reconoció que ella había visto a un ser gigante.

Batya Shimon, de Rishon Letzion vio muchos más que uno solo. A principios de julio, dos criaturas calvas de siete metros de alto se transportaron a sí mismos en su apartamento, en el séptimo piso. Ellos le dijeron telepáticamente que no se asustara, por lo que inmediatamente se relajó. Luego sintió que tenían “caras amistosas”- Ellos vagaron por su casa, “flotando sobre sus zapatos”, empolvando sus estantes con un polvo amarillo que olía a podrido. Un ser vio el acuario de su hijo, y se emocionó mucho, llamando a su colega. Después de unos pocos minutos, ellos se emitieron en un rayo hacia fuera. La siguiente noche, a las 3 am., una docena de gigantes visitaron a Batya, arribando y saliendo de la misma manera.

He tenido extensivas conversaciones con los contactados, y han muchísimo en común con sus historias. Este es un tema apto para una conferencia separada. En fin, todas eran de la misma edad, todas eran empleadas de cuellos blancos, tres habían sido frecuentadas telepáticamente, desde sus encuentros, sus esposos estaban durmiendo a través de los encuentros, dos tuvieron misteriosos embarazos, etc. Pero la base de concordancia es que estas mujeres no se conocían entre sí, y separadamente describieron a los mismos gigantes de siete metros, calvos y de caras redondas.

Y si se necesitaban más pruebas absolutas de que los gigantes estaban alrededor, éstas llegaron en diciembre a la aldea de Yatzitz, doce millas al este de Rishon Letzion. Los gigantes habían abierto un nuevo eje después de Kadima, un triángulo de veinte millas uniendo a Rishon Letzion, Holon y Yatzitz.

Herzl Casatini, el jefe de seguridad de la aldea y su amigo, Danny Ezra compartían una conversación cuando escucharon una explosión y sintieron que la casa de Ezra se sacudió. Harzl abrió la puerta, y se encontró parado frente a frente con una criatura de nueve pies de altura, en ropas metálicas, cuya cara estaba escondida en “una niebla”. El cerró la puerta y llamó a la policía. Estos llegaron y descubrieron profundas huellas de botas en el fango endurecido. Las huellas estaban hundidas 35 centímetros en el suelo, significando que quienquiera que las hizo tendría que haber pesado, literalmente, una tonelada. Pensando que podría haber sido una incursión terrorista, llamaron al ejército.

Los rastreadores militares estaban totalmente estupefactos. Las huellas continuaban unos 8 kilómetros. El talón estaba hundido solamente 5 cm., significando esto que lo que fuese que hizo las huellas estaba caminando casi en puntas de pie. Si es que se puede llamar caminando. A veces la distancia entre las huellas era de doce pies, significando que el intruso llevaba un traje pesando aproximadamente una tonelada.

El incidente Yatzitz confirmó, aún a los más escépticos, que gigantes estaban, de hecho, siendo avistados y que dejaron pruebas las cuales eran casi imposible disputar. Lo mejor con lo que pudieron salir las autoridades israelitas para explicar las huellas fue que éstas fueron dejadas por algún culto desconocido. Esto es algo totalmente desconocido y extraño en los registros de cultos, cuyas ceremonias incluyesen vestirse como gigantes y dejar millas de huellas no identificables.

Después de Yatitz, avistamientos de gigantes fueron reportados en Ramat Hasharon, Rehovot y Afula.

Y es que el año de 1996 se convirtió en el año de cosecha para recolección de evidencia Ovni, con una buena docena de naves filmadas. Dos incidentes sobresalieron. En agosto, un Ovni fue filmado durante tres noches consecutivas, con equipo profesional en Kibbutz Hatzor. Los resultados incluyen una toma cercana de lo que parecen ser filas de agujeros de forma cuadrada en la nave. En diciembre, de Netanya reportaron contacto constante con pequeños grises (small greys), el primer reporte sobre estos de Israel. El testigo apoyo su afirmación con abundante evidencia física, incluyendo piedras que inmediatamente derriten hielo sin fuente alguna de energía conocida.

La experiencia israelita sobre Ovnis es única y muy complicada. He tocado apenas un aspecto de ella; pero es vital entender el enigma israelí. De los siente encuentros cercanos mejor documentados con seres alienígenas, con pruebas concretas, conectado con Ovnis, involucrando a seis gigantes. Estos gigantes estaban determinados a dejar evidencia de su llegada, en la forma de círculos de aterrizaje empapados de cadmio, miles de huellas imposibles de botas y deliberada comunicación con testigos.

De hecho, la abundante evidencia es más que un indicador que hay gigantes vagando en Israel hoy.

Tal como lo hicieron hace 5,000 años, también dejando pruebas de su existencia. Los gigantes eran descendientes de los nefilim, literalmente los caídos. En tiempos antiguos, entidades cayeron sobre Israel de los cielos y más tarde se volvieron enemigos mortales de las naciones hebreas.

Un rey gigante era Og de Bashan. La biblia registra que su cama tenía trece pies de longitud. El territorio de Bashan incluía las Alturas de Golán. En las Alturas de Golán está la versión israelita de Stonehenge. Llamado Gilgal Refaim, el Círculo de los Refaim, o gigantes en inglés, este sitio consiste de cinco anillos concéntricos, cuya belleza puede solamente ser apreciado desde arriba.
El Círculo de los Gigantes - Gilgal Refaim
El monumento de 5200-años de antigüedad, el cual algunos creen que fue construido por los gigantes bíblicos, también llamados los Nephilim.
Desafortunadamente, no había posibilidad para los simples nómadas de hace 5,000 años de ver los círculos desde arriba.

El sitio es enorme. El círculo exterior tiene un diámetro de 159 metros, y la construcción del complejo lleva sobre 37,000 toneladas de roca. Dos aberturas en los círculos pueden haber sido usadas para medir el solsticio solar y el levantamiento de Sirius en el 3,000 A.C.

Queda el hecho de que los arqueólogos israelitas están totalmente desconcertados por el Gigal Refaim. Ningún otro complejo construido en el Oriente Medio tiene semejanza a el, y predata a las pirámides como por 500 años. Los nómadas indígenas de ese tiempo no se engancharon en esta clase de construcción megalítica, así es que probablemente fueron forasteros los constructores. Según la Biblia, los únicos forasteros viviendo en las Alturas del Golán en ese entonces eran gigantes.

Es quizás un largo tiro, pero nadie ha llegado con una explicación mejor para la actual ola de Ovnis en Israel. Yo creo que los antiguos gigantes podrían estar volviendo a casa.

Concluyo con una nota sombría. Los gigantes bíblicos eran los enemigos de dios, y los ejércitos de Israel fueron los medios para su completa destrucción.

Hay una legítima razón para contemplar el reciente re-arribo de gigantes en Israel con una buena medida de temor.
 

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