Se trata de una obra bastante particular, pues no solo no trata, propiamente hablando, sobre el nacimiento de los dioses o la creación del mundo o de los hombres. Este poema se sitúa, cronológicamente, después del Diluvio, y que tiene como finalidad explicar el modo en que (re)apareció la agricultura, a partir de la nada, tras dicha destrucción universal: mediante una creación ex novo como consecuencia de la recuperación de la antigua actividad agrícola. Otro rasgo original de esta obra lo ofrece el hecho de que el relato se desarrolla alrededor de la ciudad y el estado de Lagas. Se trata, efectivamente, de la introducción explicativa de una lista de los antiguos soberanos de dicha ciudad.
Este documento, en apariencia bastante reciente y redactado en sumerio, es único. Fue descubierto entre los fondos del Museo Británico.
El texto, incluso en su parte inicial está incompleto, presentando una primera laguna, formado por una decena de líneas, y más adelante otra, mucho más extensa, que coincide con el momento en que terminaba el relato introductorio y se iniciaba la enumeración de los antiguos soberanos de Lagas. Se ignora, por tanto, el final de la historia narrada al inicio de dicho documento.
Después del diluvio
I: 1- Cuando el diluvio lo hubo arrasado todo
Y hubo provocado la ruina de la tierra,
La permanencia de los hombres, sin embargo, siguió estando asegurada
Y preservada su descendencia:
5 – Los cabezas negras podían resurgir de entre su arcilla.
La humanidad reaparece pero sin la realeza.
Pero cuando An y Enlil
Volvieron de nuevo a hacer existir a los hombres,
Instituyeron el gobierno,
(Pero) a la naturaleza, joya de las ciudades,
10 - ¡No la hicieron descender aún sobre la tierra!
Ni la Agricultura
13- ¡A la muchedumbre de sucesores de la humanidad desaparecida
No les dieron a conocer
11 - Ni por medio de (?) Ningirsu, Laya ni Azada,
12 – Ni Sera, ni Arado, que anime la tierra!
Por esto, los hombres, a pesar de su longevidad, decaen
14 - ¡En estos tiempos, los hombres vivían cien años!
¡Pero, a falta de poder llevar a cabo los trabajos necesarios,
Su número disminuye, disminuye mucho […],
Y, en las majadas, languidecía el ganado menor!
20 –Entonces, faltando el agua en Lagas,
Hubo hambre en Girsu;
Pues no se abrían canales,
Ni se limpiaban las acequias de riego,
Ni se regaban los vastos campos con el chaduf:
25 – El agua, a pesar de haberla en abundancia, no se usaba
Para regar prados y campos-
¡Los hombres solo utilizaban el agua de la lluvia!
(El) Cereal (Asnan) no producía, entonces, cebada matizada:
¡No se abría ni un solo surco,
Ni se recogía su fruto!
30 - ¡No se trabajaba la tierra, ni se recogía su fruto!
32+34 – Ni las comarcas ni las multitudes ofrecían libaciones a los dioses:
33 – Cerveza, vino, […]
34 – vino dulce […]
¡Para obtenerlos no se trabajaban
Con el arado las extensas tierras!
Diez líneas perdidas al final de la columna
Aparece la Agricultura
II: 48 – Los canales […]
Los campos […]
50 - Con la finalidad de abrir canales,
De limpiar las acequias,
De regar, con el chaduf, los vastos campos,
De utilizar la abundante agua para regar prados y campos,
56 – los dioses pusieron a disposición de los hombres
54 – La Laya, la Azada, la Sera y el Arado
55 - ¡Que animaron la tierra!
57s - ¡Y, desde entonces, los hombres empezaron hacer crecer la Cebada!
59 - ¡Desde entonces, ante (el) Cereal, todavía joven, allí presente,
Ellos esperan pacientemente,
60 – Día y noche, el tiempo necesario,
Atentos!
¡Desde entonces, ante (el) Cereal, productor de la Cebada de siembra,
Ellos se postran antes de ponerse a trabajar!
Ante (el) Cereal, productor de la Cebada tardía,
65 – Ellos […]
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