jueves, 5 de octubre de 2017

LA DOCTRINA SECRETA



Resultado de imagen para doctrina de hitler     Madame Helena Blavatsky fue una de las personalidades más enigmáticas del siglo XIX. Casada con un general ruso a la edad de 17 años, escapó muy pronto y recorrió el mundo en busca de lo milagroso. Al cabo de diez años regresó a Rusia con un talento como médium bien desarrollado. Podía hacer que los objetos se movieran, creaba vientos y realizaba otros fenómenos psíquicos. Pero en 1860, mientras practicaba la magia ritual, recibió una herida de espada bajo el corazón y perdió sus poderes. Tras otras aventuras fantásticas, en 1871 fundó en el Cairo la Societé Spirite. No sobrevivió mucho tiempo, y terminó amargamente entre acusaciones de fraude y malversación.

     En 1873 Blavatsky conoció al coronel Olcott en Vermont, EE.UU. En 1875 ambos fundaron la Theosophical Society, dedicada a extender las virtudes del budismo esotérico, el establecimiento de la hermandad universal del Hombre, la propagación de las antiguas habilidades y sabiduría, y el dominio consciente de los poderes psíquicos latentes en el Hombre. En 1878, Blavatsky, Olcott y dos discípulos más viajaron a Bombay, y al cabo de poco tiempo se extendieron las noticias de milagros psíquicos. Habiendo oído hablar de estos milagros, la Society for Psychical Research de Londres envió allí al doctor Hodgson para investigar. En Adyar, cuartel general recién fundado de los teósofos, Hodgson estudió las pruebas de materíalizaciones y otros acontecimientos milagrosos. Informó que no había encontrado nada más que "palpable fraude y extrema credulidad" por parte de los miembros.

     A pesar de ese contratiempo, Madame Blavatsky continuó con sus enseñanzas. Poco después terminaba su libro más importante, La Doctrina Secreta, en el que estaban presentes todos los elementos futuros del racismo y la Historia mundial de los nacionalsocialistas. En 1891, a la muerte de Blavatsky, Annie Besant, esposa de un clérigo de Lincolnshire, se convirtió en la luz guía de la Teosofía. Aunque sólo se había unido a la Sociedad dos años antes, asumió el poder y alteró la Teosofía a la luz del hinduísmo. Aunque era una revolucionaria que tenía conexiones con los movimientos sindicales y anarquistas, adoptó los dioses y diosas del panteón hindú y mantuvo el sistema de castas como una parte necesaria de la "ley del karma". Afirmaba que la civilización occidental era una mera sombra de lo que había sido en otro tiempo, la gran civilización hindú aria de la antigua India. Esta afirmación era reforzada por el texto clave de Blavatsky, las Stanzas de Dzyan. Decía que había estado enterrado durante un milenio en la biblioteca secreta tibetana, y que las estanzas le habían sido reveladas a Blavatsky en 1888 cuando se encontraba en estado de trance. Textos claves para la historia oculta del mundo, esas estanzas tuvieron una gran importancia en los estudios de la pre-nacionalsocialista Sociedad Thule, y han influído en la investigación sobre los OVNIs desde la Segunda Guerra Mundial.

     Bajo el liderazgo de Besant ganó ascendencia la logia londinense de la Sociedad Teosófica, surgiendo grandes ideas de celebridades como A. P. Sinnett, C. W. Leadbeater y W. Scott-Elliot. La Teosofía tenía también muchos seguidores en Alemania. Las ideas de la logia londinense fueron absorbidas muy pronto por los ocultistas nacionalistas alemanes, quienes las fundieron con las formas más tradicionales del ocultismo.

     En 1880 los Iluminados reaparecieron de pronto en Alemania. Su dirigente era Leopold Engel, ocultista que estaba en contacto con las sociedades Teosófica y Rosacruz de Inglaterra. Engel tuvo un papel fundamental en la fundación de la British Hermetic Order of the Golden Dawn (Orden Hermética Británica del Alba Dorada), grupo mágico del que emergió el ocultista Aleister Crowley.

     Otro nombre significativo de la lista de ocultistas que influyeron en el nacionalsocialismo fue el de Guido von List. De joven había leído al autor romano Tácito, que describe a los antiguos germanos como una raza heroica de guerreros rubios de ojos azules. Para Von List, representaban la idea racial, combinando la dureza de los antiguos héroes con las habilidades antiguas y la sabiduría de los magos paganos. List soñó que era el último superviviente de una tradición mágica oculta que había tenido su origen en la antigua Alemania, y decidió revivir las glorias medio dormidas del pasado. Afirmaba que una orden mágica llamada el Armanen había influído sutilmente en la historia germana, y él decidió impulsar su obra en el siglo XX.

     Al principio de su adolescencia, List juró ante el altar mayor de la catedral de Viena que un día dedicaría un nuevo templo al dios principal Wotan (Odín). En 1878 celebró el solsticio de verano con un ritual en conmemoración del dios solar Baldur. En la ceremonia enterró botellas de vino en una colina desde la que se dominaba la capital austríaca. El dibujo que formaban las botellas era una esvástica.

     Tres años más tarde Guido von List publicó su memorable obra Paisajes Mitológicos Germanos, que causó sensación en los círculos ocultistas de Alemania y ganó para el autor fervorosos seguidores. En 1908 sus discípulos formaron la Sociedad Guido von List. El primer secretario de la sociedad fue un seguidor de Madame Blavatsky llamado Johannes Baltzli, editor de la revista teosófica Prana. Hartmann, dueño de la revista, había estado estrechamente asociado con Blavatsky, pero transfirió su lealtad a Von List y dio permiso a Baltzli para ampliar el contenido de la revista e incluír paganismo nórdico. En 1907, en la segunda conferencia anual de la Sociedad Teosófica londinense, un miembro alemán, A. von Ulrich, demostró la conexión entre la historia oculta de Blavatsky y la antigua leyenda germana. Aquí las tradiciones teosóficas del origen de los arios casaban con los viejos conocimientos nórdicos, la reserva de los nacionalistas ocultistas alemanes. Las antiguas leyendas nórdicas eran descritas como excitantes capítulos de la Historia real, adaptadas con precisión a las necesidades psicológicas de la época. Decía von Ulrich: "El amor a la Patria era una de las virtudes de los pueblos alemanes, y el que ama a su Patria ama su pasado, que no es más que la madre del presente". Las compuertas estaban abiertas.

     De la Sociedad Guido von List salió Philip Stauff, representante de la Sociedad de Berlín. En 1912 se separó de la Sociedad para formar su grupo astilla, llamado Germanen Orden. A esta Orden llegó otra influencia seminal de la futura ideología nacionalsocialista: Rudolf von Sebbottendorf. Dirigía un movimiento interno especial dentro de la Orden, la Primera Logia Anti-Judía, cuya intención era "combatir la alianza secreta judía". Las normas de esta Orden alemana eran estrictas e inequívocas. Sólo eran admitidos los alemanes capaces de probar la pureza de su sangre alemana hasta tres generaciones atrás. Para asegurarse de que no eran admitidas "razas inferiores", se medía los cráneos de los candidatos para verificar su "adecuación" racial. Para Sebbottendorf lo más importante era la propaganda racial. La Germanenorden enseñaba que la mezcla racial era la causa de todas las miserias, y se esforzó por crear una nueva súper-raza que dominaría el mundo.

     En 1917 había cien logias de la Orden extendidas por todo el Reich. Al final de la guerra, la Orden se desintegró dividiéndose en varias organizaciones nuevas. Hermann Pohl, uno de los primeros miembros, dirigió uno de los pequeños grupos. Von Sebbottendorf, por entonces jefe de la sección bávara, se recompensó a sí mismo con el pomposo título de Gran Maestro de la Provincia Bávara, y fundó un nuevo periódico. Llamado Runen (Runas), tenía artículos sobre misticismo, el conocimiento de las runas, misterios de la Tierra, historia racial y propaganda racista sin disfraz. En conexión con Runen estaba la Sociedad Thule, grupo de estudios fundado para investigar las leyendas y restos de Thule, la Atlántida perdida del Norte. El grupo afirmaba que Thule había sido el lugar de origen de la raza teutónica. El emblema de la Sociedad era una espada, hojas de roble y una esvástica curva. Esos símbolos aparecerían después en los militares nacionalsocialistas.

     Otra influencia significativa en el pensamiento nacionalista ocultista fue la de Adolf Lanz. Lanz, o como se llamó más tarde, Jorg Lanz von Liebenfels, empezó siendo un católico romano devoto y ortodoxo. En 1893, a la edad de 19 años, se metió a monje cisterciense, pero fue expulsado por transgredir el estricto código moral. Excomulgado del catolicismo, se interesó fervorosamente por el aspecto místico de la raza aria y mantuvo correspondencia con Guido von List sobre materias de magia e historia racial. Con esas ideas recién encontradas, Von Liefendels fundó otra Orden mágica, los Nuevos Templarios. En 1907 consagró el primer templo de la Orden en un antiguo castillo desde el que se dominaba el río Danubio. Allí desplegó por vez primera el nuevo emblema de los templarios: la esvástica.

     Como la mayoría de los ocultistas contemporáneos, Von Liebenfels se sentía inclinado en la dirección del antiguo paganismo germano, lo que queda reflejado en el título de su revista, Ostara. Ostara era la diosa lunar teutónica, cuya fiesta se celebraba cada primavera en la pascua de reurrección cristiana. El nombre anglosajón para pascua, "easter", deriva de Ostara. El libro principal de Von Liebenfels llevaba el extenso título de "Teozoología, o la Ciencia de los Simios de Sodoma y el Divino Electrón: Una Introducción a la Filosofía del Mundo más Antigua y más Moderna y una Justificación de las Órdenes de los Príncipes y de la Aristocracia". En Teozoología, uno de los primeros libros sobre socio-biología —la supuesta justificación de las diferencias de raza y de clase por motivos bíológicos—, fundía la evolución darwinista con un origen divino de la sociedad tal como lo expone la mitología nórdica. Las ideas de Liebenfels fueron maravillosamente recibidas por los poco experimentados nacionalsocialistas, y el movimiento ariosófico que él promovió más tarde organizó la "teosofía aria", que fue la contrapartida "religiosa" del nacionalsocialismo. Von Liebenfels incluso proyectó para Hitler lo que él llamaba un "horóscopo cabalístico".

     Hitler había sido un lector entusiasta de Ostara y conoció a Von Liebenfels cuando lo visitó en su despacho para obtener algunos números atrasados de la revista. Von Liebenfels consideró al futuro Führer como uno de sus pupilos, viéndolo incluso como un mero instrumento del movimiento.

     Otra importante influencia ocultista en Alemania fue la Escuela de Sabiduria, que se inauguró en Darmstadt el 23 de Noviembre de 1909. Fundada por el conde Hermann Keyserling, su objetivo confesado era "elevar el espíritu alemán" por medio de la "polifonía universal". Según Keyserling, "mi estilo de pensamiento polifónico guarda la misma relación con el de mis predecesores como la melodía polifónica con la homofónica (una sola voz)". Anti-cristiana y anti-demócrata, la filosofía aristocrática de Keyserling estaba firmemente fundamentada en su propia visión del budismo. Para él, todas las enseñanzas de Buda llevaban el sello inequívoco de la mente principesca, con lo que el budismo demostraba ser muy superior al cristianismo. Keyserling pensaba que el cristianismo era proletario, y que el budismo, descendiente del hinduísmo, era aristocrático. Esta conexión hindú con Alemania, por medio de la raza aria, era para la Escuela la evidencia de que los alemanes eran fisiológicamente un "pueblo-casta" del mismo modo que lo eran los hindúes. El único modo de salvar a Alemania de los "peligros" de la democracia o el comunismo era volver al antiguo sistema feudal de ordenar la sociedad, un Estado social jerarquizado en donde las consideraciones raciales serían de la máxima importancia.

     La Escuela de la Sabiduria de Keyserling trataba de trascender el bien y el mal. "Un hombre no tiene que preocuparse de Dios o del Diablo", escribió, "pues sus propias iniciativas lo separan de esos poderes". Tales ideas, que en su origen parten de la herejía maniquea, eran comunes en el pensamiento ocultista de ese período, siendo la piedra de toque de magos como Aleister Crowley y Adolf Hitler.

     Mientras Von List, Keyserling, Von Sebbottendorf, Eckart y Von Liebenfels propagaban su nacionalismo ocultista, florecían también otros grupos más puramente ocultistas. Uno de los más significativos fue la Ordo Templi Orientis, la Orden del Templo de Oriente, OTO. Practicando las artes mágicas de los Iluminados, la OTO fue organizada por Theodor Reuss, francmasón y rosacruz. En 1912 fue a Londres para conocer a Aleister Crowley, cuyas conexiones alemanas prosiguieron durante la Gran Guerra, en que incluso fue acusado de propaganda a favor del Káiser y en contra de los británicos. Sea cual sea la verdad sobre Crowley, lo cierto es que Reuss era miembro del servicio secreto alemán, y puede que incluso conociera a Max Richter, el estratega revolucionario de Rosenberg.

     Los magos como Reuss y Crowley buscaban poder personal. Tradicionalmente, los brujos del sendero izquierdo han explotado ciertas energías sutiles en beneficio de sus propios fines. Los ocultistas de ese período trataban activamente de dominar una energía que lo invade todo en la Tierra y cuyo dominio prometía un poder ilimitado. Conocida de antiguo, esa fuerza ha recibido muchos nombres con los años. Energía Vital para los chinos, era el Prana de los hindúes. Los polinésicos, que creían que había sido utilizada para erigir las estatuas de la Isla de Pascua, la llamaban Mana. Oculta en la Edad Media por órdenes esotéricas como los Caballeros Templarios y los Caballeros Teutones, esa fuerza fue revelada públicamente por alquimistas como Paracelso y Van Helmont, quienes le dieron respectivamente los nombres de Munis y Magnale Magnum. Franz Anton Mesmer utilizó la fuerza. Para él era el Magnetismo Animal. Von Reichenbach la llamó Fuerza Ódica u Odílica, y los entusiastas de la radiestesia la llaman Fuerza Etérica. Para los teósofos era la Luz Astral. En el siglo XX L. E. Eeman la llamó Fuerza-X, Wilhelm Reich la denominó Orgón, y los nacionalsocialistas la conocían como Fuerza-W. Para los cazadores de leyes de hoy es la Energía-Ley, o más poéticamente el Pulso del Dragón. Los parapsicólogos soviéticos hablan de Energía Bioplásmica o Energía Psicotrónica.

     Esta fuerza fue descrita por Madame Blavatsky y también por un lordbritánico, Bulwer Lytton. En 1875, Lytton publicó una extraña y fantástica novela titulada The Coming Race (La Raza Venidera). En ella el narrador es conducido por un ingeniero de minas a un mundo subterráneo poblado por una raza extraña. Ese pueblo, llamado Vril-Ya, posee un poder misterioso que le ha permitido vivir sin máquinas y sin todos los arreos de la civilización moderna. Ese poder es el Vril.

     "¿Qué es el Vril?", pregunta el narrador de The Coming Race"Entonces Zee (una nativa) empezó una explicación de la que entendí muy poco, pues en ningún lenguaje que yo conozca hay una palabra que sea sinónimo exacto de Vril, Lo llamaría electricidad, salvo porque en sus múltiples ramas incluye a otras fuerzas de la Naturaleza, a las que en nuestra nomenclatura científica damos nombres diferentes, como magnetismo, galvanismo, etc.".

     La novela fue un éxito inmediato y gozó después de un considerable culto. Especialmente tuvo influencia entre los ocultistas alemanes, pues entre la proliferación de grupos ocultistas que encontramos al final del siglo pasado hallamos una Sociedad Vril, dedicada al dominio de ese poder. Conocida originalmente como la Logia Luminosa, la Sociedad Vril sintetizó las enseñanzas del ocultista sueco Emmanuel Swedenborg con las enseñanzas de los Iluminados bávaros y del alquimista y cabalista del siglo XVII Jacob Bohme. Esas ideas se habían fundido en las enseñanzas del ocultista francés Louis Jacolliot (1837-1890), quien pensaba que los principios de todas las acciones humanas estaban encerrándose en la fuerza universal llamada Vril. Jacolliot afirmaba que en sus visitas a la India en calidad de diplomático había conocido a adeptos que poseían el secreto de la manipulación del Vril. El símbolo de esa secta era la esvástica.

     Los miembros de la Sociedad Vril pensaban que esa novela era más que ficción. Encerraba ciertas verdades ocultas que sólo eran visibles para los iniciados. Ciertamente, The Coming Race contiene extraños presagios del nacionalsocialismo. En una parte del libro, Lytton trata del lenguaje de los Vril-Ya, explicando los principios de su construcción de palabras. Ahí encontramos el sorprendente trozo siguiente: "Zi, como terminal, denota fijeza, a veces en un sentido bueno y a veces en sentido malo, según la palabra a que esté unido: lva-Zi, bien eterno; Nan-Zi, mal eterno". Si Nostradamus hubiera escrito esas palabras, hubieran sido consideradas como una profecía.

     La Sociedad Vril creía que bajo la Tierra existe un reino subterráneo llamado Agharthi. Allí vive una raza superior que espera el momento de invadir la superficie y someter a la raza humana. Según cuenta el explorador ruso-polaco Ferdinand Ossendowski, en 1890 apareció en el templo de Narabanchi, en la Mongolía exterior, un extraño ser que se llamaba a sí mismo el Rey del Mundo y pertenecía a ese mundo interior. Se dice que ese ser intraterrestre pronunció una profecía relativa al medio siglo siguiente, en el que se producirían grandes movimientos sociales y una enorme destrucción seguida de un período de paz. Tras él, una guerra mundial mayor sería el preludio para que los pueblos de Agharthi "subieran desde sus cuevas subterráneas a la superficie de la Tierra". Naturalmente, esos habitantes misteriosos de las zonas interiores poseían el poder mántico superior llamado Vril.

     La Sociedad Vril no era la única organización que buscaba la "fuerza". La Sociedad Thule creía que dominando esa fuerza podrían elevar a Alemania a una posición de dominio del mundo. En 1919 esa sociedad (que había sido fundada en 1912) se había convertido en punto de reunión de los místicos bávaros anti-judíos. Uno de sus miembros era Anton Drexler, primer dirigente del Partido Alemán de los Trabajadores. También lo era Rudolf Hess, quien se convertiría pronto en la mano derecha de Hitler, y Alfred Rosenberg, futuro filósofo del nacionalsocialismo. Esa sociedad afirmaba ser el instrumento de los legendarios "Jefes Secretos" del Tíbet, descendientes de los supervivientes de la Atlántida que vivían en algún lugar de los remotos Himalayas. Los "Jefes Secretos", conocidos también como la "Logia Blanca" o los "Sabios del Mundo", se suponía que estaban gobernados por el Rey del Miedo o el Rey del Mundo, un "superhombre desconocido" que un día gobernaría el mundo. Entre las prácticas ocultas de la Sociedad había una forma de adivinación en la que se utilizaba un Tarot tibetano especial. Los iniciados de Thule afirmaban que por medio de esas cartas podían entrar en contacto con su amo secreto, el Rey del Miedo.

     Al afirmar que eran dirigidos por maestros secretos, los thuleanos seguían la tradición de Federico el GrandeMadame Blavatsky y Samuel McGregor Mathers, fundador de la Orden Británica del Alba Dorada. Mathers, que un tiempo estuvo asociado con Aleister Crowley, escribió que estaba en contacto con esos seres secretos, que eran "seres humanos que vivían en esta tierra, pero poseían poderes terribles y sobrehumanos". Cuando los conoció, Mathers sintió que estaba "en contacto con una fuerza tan terrible que la puedo comparar al shock que recibiría quien estuviera cerca de un rayo durante una gran tormenta, experimentando al mismo tiempo grandes dificultades para respirar". El poder de los "Jefes Secretos" se parece notablemente al Vril.

     Como Mathers, los thuleanos pensaban que su jefe era un hombre que vivía sobre la tierra. Además de la cartomancia, utilizaban un transmisor de radio para comunicarse con su jefe. Eso sugiere que el Rey del Miedo era algo más que un maestro en el plano astral. Se ha sugerido que su misterioso mentor era George Ivanovitch Gurdjieff, profesor ruso de metafísica y muchas más cosas. Gurdjieff se había iniciado como monje en el Tíbet, y había viajado por Rusia y Europa popularizando una nueva interpretación de la filosofía budista. Enseñaba que casi todas las personas pasan por la vida dormidas, viviendo como autómatas sin un control consciente de sus propias acciones. El único medio de ejercitar la voluntad, enseñaba Gurdjieff, es despertar de ese estado de sopor pasivo: Sus alumnos practicaban una serie de ejercicios físicos y espirituales para ayudarse a despertar y participar actlvamente en el drama de la vida. Con el fin de lograr ese objetivo, el estudiante tenía que estudiar una auto-conciencia habitual y convertirla en su estado permanente. El slogan de Hitler, Deutschland Erwache(Despierta Alemania) y sus referencias constantes al "triunfo de la voluntad" son signos de esa filosofía en acción.

     Entre 1903 y 1908, el que en el futuro sería un ocultista nacionalsocialista, Karl Haushofer, visitó a Gurdjieff en el Tíbet. Nacido en 1869, Haushofer hahía sido militar adjunto en la embajada alemana de Tokio. En sus largos viajes por todo el Extremo Oriente, estudió filosofía oriental, y mientras estuvo en Japón, se inició en una de las más arcanas sociedades secretas budistas. Allí llegó a creer que la raza alemana se había originado en Asia Central y que, para preservar siempre la superioridad alemana, el Reich debía expandirse hacia Oriente. Esa expansión no sólo incluiría la Europa Oriental, sino que para Haushofer también se refería a Ucrania y Rusia, Turkestán, Irán, el monte Pamir, el Gobi y el Tíbet.

     Al volver a Alemania para la Gran Guerra, Haushofer sirvió en el ejército como general, y fue famoso por su talento para predecir los acontecimientos, especialmente las ofensivas enemigas. Despues de la guerra, en 1921 se convirtió en profesor de geopolítica de la Universidad de Múnich. Para promover sus ideas geopolíticas —las relaciones entre los países en términos geográficos— fundó la Revista de Geopolítica y escribió varios libros sobre el tema. Rudolf Hess fue alumno de Haushofer y quedó tan impresionado por sus ideas sobre el Herrenvolk—la supuesta Raza Dominadora alemana—, que se lo presentó a Hitler. Haushofer estimuló a Hess y luego a Hitler, a unirse a los thuleanos, en cuya Sociedad se enseñaban y discutían sus ideas místicas sobre la geografía sagrada.

     Para Haushofer, la conexión de la política con la geografía tiene un aspecto más esotérico, la geografía sagrada o Geomancia. Antiguamente en todo el mundo, y hasta hoy en Japón, Hong Kong, Singapur y Bután, se empleaba a adivinadores profesionales para que determinaran el flujo de las energías sutiles de la Tierra con el fin de situar los edificios y las tumbas en los lugares más armoniosos y benéficos. La geomancia era práctica común en Oriente cuando Haushofer estuvo allí. Indudablemente, las enseñanzas de las sociedades budistas esotéricas incluirían los principios teóricos de la geomancia, si no su práctica.

     Haushofer fue colega de otro de los primeros compañeros de Hitler, el general Erich von Ludendorff. Éste había sido general de brigada durante la Gran Guerra y en 1921 había escrito un libro sobre geopolítica, que era el tema preferido de Haushofer. En 1923 Ludendorff ayudó a Hitler en el abortado putsch de Múnich, que fue la causa del sumergimiento temporal de los nacionalsocialistas. Como muchos de los dirigentes nacionalsocialistas, Ludendorff era devoto de las ciencias marginales. En Octubre de 1924, un joven abogado nacionalsocialista llamado Reinhardt, le presentó a Franz Tausend, un alquimista. Tausend impresiono tanto a Ludendorff que el eminente general lo apoyo económicamente en su intento de transmutar metales base en oro.

     Aunque la fabricación de oro es el objeto mejor conocido de la alquimia, el antiguo arte también trataba de dominar las fuerzas del universo. La transmutación de los metales base era sólo un indicador de que se había dominado el Vril, esa energía que todo lo invade. Los primeros nacionalsocialistas, los iniciados de Thule, la Sociedad Vril y otros grupos mágicos más, buscaban desesperadamente la clave de ese poder que aseguraría su dominio sobre el mundo. Pero Tausend no iba a ser su salvación. Ludendorff estableció al alquimista en una cabaña en las profundidades de un bosque bávaro, protegido por guardias armados. La alquimia de Tausend, conocida con el nombre de Proyecto 164, atrajo pronto fondos de ricos industriales, cuya avaricia los convirtió en fácil presa. De este modo, el Proyecto 164 fue para Ludendorff una útil fuente de fondos. La alquimia era una cosa, pero su periódico nacionalista Die Volkswarte se encontraba en una apurada situación financiera, y la oportuna inyeccion de fondos lo mantuvo en los quioscos de prensa.

     Los jovenes de los Freikorps encargados por Ludendorff de proteger y ayudar a Tausend en sus operaciones alquímicas, veneraban al científico ocultista como a un sabio. Éste era conocido como El Maestro, y sus admiradoras femeninas se desmayaban ante sus "ojos de Cristo", pero ante la falta de resultados los que lo apoyaban se iban volviendo cada vez más impacientes. En 1926 Ludendorff le retiró su "apoyo", y otros padrinos abandonaron un experimento que no había producido ningún beneficio a la inversión. Pero otros siguieron en el proyecto, entre ellos el industrial del Ruhr Alfred Mannesmann, los magnates del acero Philipp y Richard van Schóller, y Plattenburg-Menhrun, director gerente de la línea marítima Hamburgo-Estados Unidos. Con ese apoyo financiero, Tausend pudo establecer una factoría alquímica en Freiburg, Sajonia.

     La única ocasión en que Tausend produjo oro, la noticia salió en grandes titulares en la prensa alemana, hasta que se descubrió que al mismo tiempo había desaparecido misteriosamente el plumín de oro de su pluma fuente. En 1929 fue arrestado y juzgado en Múnich. Tausend fue a prisión, y finalmente fue enviado al campo de concentración de Dachau, en donde murió en 1938. En aquel tiempo, su antigua conexión con los nacionalsocialistas resultaba bastante molesta.

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