lunes, 23 de octubre de 2017

EL ORIGEN ARABE DE LA BIBLIA

cuatro textos que se refieren al erudito libanés señor Kamal Salibi (1929-2011), filólogo e historiador que se hizo mundialmente conocido, aunque no aceptado por la ciencia antropológica oficial ni por muchos críticos bíblicos, por sus tesis planteadas en su libro "La Biblia Vino de Arabia" (Bible Came from Asir, 1985), donde, a partir de análisis de nombres topográficos de Arabia, concluyó que los hechos antiguos narrados en el Antiguo Testamento no tuvieron lugar en Palestina sino en provincias árabes (y zonas yemeníes). El revuelo producido por sus descubrimientos, complementados por otros libros suyos, se justifica porque desconstruye completamente las pretensiones de historicidad delAntiguo Testamento, el cual resulta ser, a su juicio, una falsificación, o más precisamente, una equivocada interpretación. El primer texto, de Jim Muir, es de Agosto de 1984 (csmonitor.com, Was Kingdom of David really in Arabia?) e informa del libro mencionado antes de que fuera publicado; el segundo texto (faem.comThe Bible Came from Arabia) pertenece al distinguido profesor estadounidense Revilo P. Oliver, quien toma como pretexto el libro de Salibi para comentar en su estilo además sobre otros temas; el tercero, La Bible Est-Elle Née en Palestine?, que tradujimos del francés (ledifice.net), sin fecha ni firma, comenta dicho libro suponiendo ciertos conocimientos por parte del lector. Y, finalmente, el texto más completo, erudito y contextualizador con respecto al señor Salibi, es un fragmento del capítulo 6 del libro"Queen of Sheba and Biblical Scholarship" (2005) del interesante Bernard Leeman, Ph.D. La luminosa intuición del profesor Salibi propone, en resumen, que toda la historia bíblica anterior al regreso de los judíos, en el siglo VI a.C., desde el exilio en Babilonia (no así la historia posterior) tuvo lugar en Arabia occidental / Norte de Yemen..




¿Estuvo el Reino de David Realmente en Arabia?
por Jim Muir
31 de Agosto de 1984


     Después de todo, no toda la acción en el Antiguo Testamento ocurrió en Palestina. Realmente tuvo lugar en las fértiles colinas costeras de Arabia occidental. O al menos así lo afirma el profesor Kamal Salibi, cuyo libro acerca de ese asunto, aún por publicarse, ha provocado ya una furiosa controversia.

     El señor Salibi, un distinguido profesor de Historia en la American Universityde Beirut, escribe que los reinos de David y Salomón fueron establecidos en lo que son ahora las provincias sauditas de Asir e Hijaz del Sur. Él dice que es allí, y no en Palestina, donde deberían ser buscados los orígenes del judaísmo, el cristianismo y del Islam.

     El señor Salibi no cuestiona, sin embargo, que en tiempos de Jesús el foco de la historia judía había cambiado a Palestina, ni tampoco niega que hubiera una presencia judía de importancia creciente en aquella área en tiempos del Antiguo Testamento.

     Su sorprendente teoría, que desafía los fundamentos de la erudición bíblica —para no mencionar los del Estado de Israel— está respaldada por una masa de pruebas geográficas y lingüísticas que él presenta en su libro "La Biblia Vino de la Tierra de Asir", que será publicado por Der Spiegel, el Imperio editorial alemán (Die Bibel kam aus dem Lande Asir).

     Salibi afirma que, leída en su nuevo contexto, la Biblia hebrea se convierte en la clave para la historia del antiguo Oriente Próximo, y no en un rompecabezas. Él dice que su obra explica por qué tan pocos de los topónimos del Antiguo Testamento han sido plausiblemente ubicados en Palestina, por qué la evidencia arqueológica es tan escasa, y por qué los orígenes del judaísmo permanecen obscuros en el escenario palestino.

     Como Salibi esperaba, sus ideas han sido agriamente atacadas por eruditos judíos e israelíes. Chaim Tadmor, un profesor de Historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén, describe la teoría como "mitología y ciencia-ficción". El rabino Adnin Steinhaltz, un importante erudito bíblico, dice que son "tonterías poco comunes". Otros críticos acusan a Salibi de estar políticamente motivado, y que trata de socavar la reclamación judía a su calidad de Estado en el moderno Israel.

     Pocos de aquellos que han atacado el libro han tenido la posibilidad de leerlo, de manera que sus críticas han estado en gran parte confinadas a expresiones generales de indignación y burla. Salibi, un cristiano Protestante libanés, contesta la acusación de estar motivado políticamente señalando que si éste fuera el caso, él difícilmente hubiera seleccionado el núcleo del territorio árabe como la antigua patria judía.

     El libro —que este corresponsal ha leído en manuscrito— ha sido estudiado por eruditos alemanes encargados por Der Spiegel, que estaba nervioso por esta aventura debido al fraude del Diario de Hitler del cual su editorial rival, Stern, cayó víctima. Los eruditos bíblicos alemanes atacaron ferozmente al libro, aunque en gran parte por razones lingüísticas en las cuales el trabajo está basado principalmente. Pero por aquellas mismas razones, el libro fue defendido por un importante lingüista alemán especializado en lenguas semíticas, que dijo al Christian Science Monitor [sitio de este artículo] que es "lingüísticamente válido y no puede ser desaprobado".

     El propio Salibi está tan convencido de que él tiene razón, que dio la bienvenida al diluvio de publicidad que siguió al anuncio de los contenidos del libro. Preocupado de que alguien más saliera con la misma teoría antes de que el libro fuera publicado, él quiso ligar su afirmación histórica a una teoría que él cree que será confirmada por evidencias arqueológicas y de otro tipo. "Si se demuestra que estoy equivocado, me retractaré en público", dice él.

     Podría parecer extraño que una teoría tan sorprendente y aparentemente herética no pueda ser refutada de forma instantánea y convincente. La Arqueología debería proporcionar algunas respuestas. Pero el moderno Israel ha sido extensamente excavado durante décadas sin que haya entregado ninguna prueba indiscutible en forma de inscripciones hebreas que se refieran inequívocamente a acontecimientos, personas, o lugares nombrados en el Antiguo Testamento.

     Salibi cree que su obra establece la Biblia como un documento histórico mucho más exacto que lo que se ha creído antes, y que los arqueólogos han estado simplemente cavando en el lugar incorrecto. Ninguna excavación seria ha sido realizados en Asir, y los sauditas con poca probabilidad aceptarán una investigación que pudiera incentivar reclamaciones sionistas de una parte del reino saudita.

     Irónicamente, fue la publicación en Riad en 1977 del primer diccionario geográfico saudita completo, que enumeró y localizó miles de topónimos a través de todo el reino, lo que permitió a Salibi tropezar con su descubrimiento.

     Autor de varios libros altamente considerados acerca de la historia de Oriente Medio, Salibi acababa de escribir una historia de Arabia, pero se encontró insatisfecho por la carencia de material referido al período temprano. Él intentó ver qué podría ser aprendido al estudiar los modelos lingüísticos y geográficos de muchos topónimos de origen pre-árabe que sobreviven hoy en Arabia occidental.

     "Yo simplemente estaba buscando topónimos de origen no-árabe en Arabia occidental, cuando la evidencia de que toda la tierra de la Biblia estaba allí me golpeó en la cara", escribe él en su libro. "Casi todos los topónimos bíblicos estaban concentrados en un área de aproximadamente 600 kms. de largo por 200 kms. de ancho (370 millas x 125 millas), comprendiendo lo que es hoy Asir y la parte Sur del Hijaz".


      Salibi acudió al texto original y sin vocales de la Biblia hebrea —él tenía una antigua formación en lingüística semítica— y descubrió que muchos pasajes que previamente habían sido obscuros quedaron de repente nítidamente enfocados, presentando a menudo un cuadro radicalmente diferente de aquel dado por las traducciones aceptadas.

     Así, de acuerdo al relato de Salibi, la tierra que Yahvé prometió a Abraham está entre el "arroyo de Misrima", cerca de la frontera del Norte de Yemen y la "corriente de Firat" en Hijaz del Sur, no entre el Nilo y el Éufrates.

     Moisés, dice él, condujo a los hijos de Israel a través de uno de los wadis (valles o cauces secos de ríos), que se inundan repentinamente, de Asir, y no a través del Mar Rojo. Y el cruce del H-YRDN (traducido como "Jordán" en la Biblia) hacia el cual Josué condujo a los israelitas, era el enorme acantilado que domina a Asir, que corre de Norte a Sur paralelo a la costa del Mar Rojo. Él localiza la antigua Jerusalén en el actual pueblo saudita de Al-Sharim, y la Ciudad de David en una serie de colinas 60 millas al Sur de lo que hoy lleva el nombre de Qawat Sian, la Colina de Sión.–

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