En la antigua Iunet, hoy conocida como Dendera [a unos 70 km al norte de Tebas, actual Luxor], encontramos el templo de la diosa Hathor. Edificado
en época grecorromana [fue construido entre el 125 a.C. y el 60 d.C.],
el templo de la diosa Hathor representa uno de los mejor conservados de
esta época en todo Egipto. Dendera fue, en distintas épocas del
Egipto faraónico, un importante centro religioso, por lo que en el
lugar se ubicaron, además del de Hathor, templos dedicados a Horus, su
consorte, así como a Harsomtus, hijo de la pareja [ambas construcciones
hoy desaparecidas].
Aunque el templo que conocemos es de época tardía, sabemos que en el lugar existió un santuario en el Reino Antiguo,
y que más tarde, durante el Reino Nuevo, varios monarcas, como Tutmosis
III, Amenhotep III e incluso Ramsés II, embellecieron el antiguo
templo.
Acompañando el santuario de Hathor,
dentro de su recinto [rodeado por una muralla de adobe de 10 m de grosor
y 10 de altura, y con un perímetro de 280 x 290 m], se conservan varias
edificaciones que veremos más adelante. De momento vamos a conocer el
templo de esta diosa del amor, la felicidad, la música, la danza…
-
El templo de Hathor
Cruzando la puerta norte, edificada por
los emperadores Domiciano y Trajano en el s. I d.C., llegamos a un patio
frente al cual se encuentra el templo de Hathor. El templo de la diosa es una copia, a menor escala, del de Horus en Edfu, algo que refleja la estrecha relación entre ambas divinidades del panteón egipcio.
Orientado al Nilo, la curva que describe
el río en Dendera hace que el templo, en vez de tener la habitual
orientación este-oeste, esté dispuesto de norte a sur.
-
Fachada
Atravesando el patio del templo nos encontramos con una fachada, de 35 m de ancho y 12’5 de alto, compuesta por seis columnas con capiteles hathóricos. Al igual que el templo de Horus en Edfu,
la fachada de Dendera posee entrepaños decorados entre estas columnas,
los cuales no llegan al techo y permiten la entrada de luz al interior
de la primera sala hipóstila.
-
Primera sala hipóstila
En esta primera sala nos encontramos 18 columnas también con capiteles hathóricos.
En los muros vemos al emperador siendo purificado por los dioses Horus y
Thot, así como siendo coronado por varias diosas. También el emperador
es aquí representado dedicando el templo a la diosa Hathor y, tocado con
la corona de las Dos Tierras, siendo presentado por Montu y Atum ante
Hathor.
En Dendera, y en otros templos de la
misma época, los cartuchos en los que debería aparecer el nombre del rey
de Egipto, están vacíos. Esto es debido a que entre la muerte de
Ptolomeo XII, en el año 51 a.C., y el 42 a.C., año en el que aparecen
los primeros documentos que hablan de la corregencia entre Cesarión y
Cleopatra VII, los cartuchos son anónimos en todo Egipto.
El techo de esta primera sala
hipóstila, recientemente limpiado, conserva aún un gran colorido y
muestra una decoración repleta de escenas astronómicas. En él
aparece la diosa Nut [diosa del cielo], así como los decanos y los
signos del zodiaco introducidos en Egipto por los romanos.
-
Segunda sala hipóstila
Con dos filas de tres columnas [con bases de granito, y tambores y capiteles de arenisca], este
espacio era conocido como la «Sala de las Apariciones» ya que era el
lugar donde aparecía la diosa Hathor al salir de su santuario en las celebraciones y procesiones que se llevaban a cabo en el templo.
En los muros de la sala vemos a Hathor,
denominada aquí «Hija de Ra», acompañada de Horus y Harsomtus, mientras
reciben al rey frente a ellos. También vemos al rey presentando el
templo a Hathor y a Horus, así como participando en los rituales de
fundación del templo.
A cada lado de la sala existen tres
cámaras. En cada una de ellas el rey aparece realizando diferentes
ofrendas a la diosa; en las cuatro delanteras el rey le entrega adornos
de plata, libaciones, incienso y alimentos, mientras que en las dos
últimas, tanto a derecha como a izquierda, eran utilizadas como
almacenes.
-
Primera cámara
Tras la segunda sala hipóstila nos encontramos con esta cámara conocida como la «Sala de las ofrendas»,
en la cual vemos al rey realizando ofrendas a los dioses de Dendera. A
ambos lados de esta estancia dos escaleras conducen al tejado del
templo.
-
Segunda cámara
A continuación nos encontramos con la «Sala de la Divina Enéada»,
la cual se encuentra rodeada por pequeñas salas destinadas a albergar
los adornos y los vestidos de los dioses. A su derecha una sala nos
lleva a un patio al aire libre en el que se realizaban ofrendas. En este
patio una escalera conduce a la «Capilla Pura», conocida como Wabet, donde se realizaban las ceremonias que unían a Hathor con el dios Sol el día de Año Nuevo. En el techo de esta capilla vemos a la diosa Nut y al Sol recién nacido iluminando a la diosa Hathor.
-
Santuario
El santuario de Dendera, también conocido como el «Gran Asiento»,
está rodeado por once cámaras. Como era habitual esta sala era la parte
más sagrada del templo, accesible, únicamente, a los más altos
sacerdotes y al rey de Egipto.
La decoración nos muestra, en los
laterales de la puerta de entrada, al rey ofrendando espejos a la diosa
Hathor, y en su interior le vemos haciendo ofrendas de incienso delante
de la barca de la diosa, de Horus de Edfu y de Harsomtus.
Las cámaras laterales eran
utilizadas como capillas para varios dioses, así como para almacenar
elementos importantes de la diosa [como su collar menat y su sistro].
En la cámara que se encuentra justo detrás del santuario existía una
estatua de Hathor, de unos 2 m de altura, situada en un nicho practicado
en la pared sur. A la misma altura que éste, en el muro exterior, se
encontraba otro pequeño nicho para la «oreja que escucha» donde los
devotos podían hacer sus peticiones a la diosa.
Bajo estas cámaras se encuentran las doce criptas del templo, las cuales conservan muy bien su decoración en la que vemos los objetos rituales que se almacenaban en ellas. El objeto más importante que albergaban era la estatua del ba de la diosa,
esta imagen era trasladada desde las criptas al tejado del templo en la
fiesta de Año Nuevo. En una de ellas podemos ver representado al
monarca Pepi I, Reino Antiguo, realizando ofrendas a Hathor.
-
Tejado
Como hemos visto, unas escaleras a
izquierda y derecha de la primera cámara llevan al tejado. En ellas los
muros nos muestran las procesiones que suben y bajan portando la estatua
de la diosa Hathor para las ceremonias que se realizaban en el tejado
del templo.
En la esquina posterior derecha
[suroeste] del tejado hay un quiosco con 12 columnas hathóricas en su
perímetro, edificado por Ptolomeo XII. Aquí la estatua de la diosa era colocada para ser iluminada con los primeros rayos del Sol el día de Año Nuevo.
En la terraza del templo también
nos encontramos seis capillas. Estas son independientes del templo y
estaban dedicadas a las ceremonias de los misterios de Osiris [en ellas
se celebraba la muerte y resurrección del dios]. Situadas tres a
cada lado de la terraza, fueron diseñadas unas como “reflejo” de otras
[la primera a este y oeste a cielo descubierto, la segunda a ambos lados
con ventanas, y la tercera, también a ambos lados, cerrada y a
oscuras]. En una de estas capillas, la segunda del lado este, se
encontraba el famoso zodíaco de Dendera, que hoy se encuentra en el
museo del Louvre [con el consentimiento del gobierno egipcio es
trasladado a París en 1823, y desde 1919 se encuentra en el museo,
hallándose en su lugar original una réplica en yeso].
Una serie de canales permiten evacuar
las aguas de lluvia del tejado, estas son conducidas hasta las gárgolas,
con forma de cabeza de león, que se encuentran en la parte superior de
los muros exteriores. Debajo de cada una de estas gárgolas existe una
columna de textos mágicos sobre la que resbalaba el agua evacuada y así,
según las creencias de los antiguos egipcios, este agua iba adquiriendo
poderes mágicos según caía y tocaba estos textos.
En la decoración exterior del templo
vemos a Cleopatra VII y a su hijo, Cesarión, frente a la diosa Hathor y
varias divinidades más. Así como al rey trazando la planta del edificio,
colocando las primeras piedras y dedicándoselo a la diosa.
-
Edificaciones dentro del complejo de Hathor en Dendera
Como ya hemos visto, además del templo de Hathor existen más edificaciones dentro del recinto del templo, veamos cuáles son.
Detrás del templo de Hathor, al sur, existe otro templo más pequeño. Conocido como Iseo, estaba dedicado al nacimiento de Isis,
y su estructura es peculiar ya que tiene una sección principal y una
sala hipóstila orientadas hacia el este, mientras que el santuario está
orientado hacia el norte, hacia el templo de Hathor. De época del
emperador Augusto, fue edificado con bloques de otras construcciones de
la zona. Al sudoeste de esta estructura nos encontramos con el lago
sagrado, encargado de suministrar agua al templo.
En la parte delantera del templo
de Hathor, a la izquierda de la entrada principal, nos encontramos con
la casa de nacimiento romana, que data de la época de Augusto y
que fue decorada en época de Trajano y Adriano. Este edificio está
dedicado a Harsomtus, hijo de Hathor y Horus, y sus escenas nos muestran
el nacimiento del dios. Junto a él permanecen los restos de una iglesia
copta del s. V d.C.
Entre la iglesia y el templo hay otra casa de nacimiento de época de Nectanebo I,
XXX dinastía, que fue modificada a lo largo de la época ptolemaica.
Cuando el patio del templo de Hathor ocupó su recinto, este mammisi fue
abandonado. Sus escenas muestran, de nuevo, el nacimiento del dios
Harsomtus.
El templo de Hathor se hizo famoso como centro de curaciones y en el recinto Dendera se conserva un sanatorio
[realizado en adobe]. Este edificio es único en su tipología ya que es
el único que conservamos, hay otras edificaciones, en otras zonas de
Egipto, que se cree pudieron ser sanatorios, pero los expertos no pueden
asegurarlo al 100%. Los visitantes acudían a este edificio a
bañarse en sus aguas sagradas e, incluso, a pasar la noche, con la
esperanza de que la diosa Hathor les revelara una cura milagrosa durante
el sueño que les liberase de su enfermedad. Este sanatorio
contaba con un gran número de celdas donde se alojaban los enfermos y un
patio central donde los sacerdotes vertían agua sobre estatuas grabadas
con textos mágicos, una vez más este agua, al caer sobre estos textos,
se convertía en agua “bendita”, ideal para lavar o hacer beber a los
enfermos buscando, así, su curación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario