martes, 12 de septiembre de 2017

EL SEXO EN LA COSMOLOGÍA EGIPCIA

El sexo en la cosmogonía egipcia

Geb_and_Nut03El sexo para los antiguos egipcios tenía un papel crucial, de hecho su cosmogonía estaba cargada de una sexualidad abrumadora.
Según la Teología Heliopolitana en el principio el mundo era un caos acuático en el cual existía Atum (“aquel que existe por sí mismo”). En este caos emergió una elevación de tierra, que conocemos como Colina Primigenia o Piedra Ben-Ben, donde Atum se posó por propia voluntad. Allí Atum con su propio semen creó una pareja de dioses. Dice el texto de la creación en palabras de Atum:
(…) Yo soy el que me uní con mi mano cerrada, y me uní conmigo mismo en un abrazo con mi sombra; derramé semen en mi propia boca, y escupí a Shu y a la humedad como Tefnut
Shu sería el dios del aire y del vacío aéreo, y Tefnut sería la diosa de la humedad. De la unión de estos dos dioses nacieron Nut (diosa del cielo) y Geb (dios de la tierra). Al contrario que en otras culturas, el elemento masculino de esta cosmogonía es la Tierra, y el femenino el Cielo. El dios Shu (Aire) mantiene separados a Nut y a Geb impidiendo su unión.
Geb, Shu y Nut
En algunas representaciones, el dios Geb, que normalmente aparece como un hombre recostado en la tierra, aparece con un gran falo erecto tratando de alcanzar a su diosa Nut, si bien Shu cumple su función separadora.
Geb, Shu y Nut
Esto permanece así durante los 36 decanatos (360 días). En cambio durante los cinco días epagómenos (los que faltan para completar los 365 días del año) Shu se distrae y la pareja puede engendrar. De la unión de Geb y Nut nacen dos parejas de gemelos, Osiris, Set e Isis Neftis. Estos dioses completarían la Enéada Heliopolitana.

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