Hay millones de personas carismáticas y con exceso de confianza que se alinean para dar una vuelta a nuestras curiosas sensibilidades.
Aquellos que poseen suficiente arrogancia, ego y conocimiento para creer su percepción de la mejor manera de vivir nuestra vida. Es fácil para ellos asumir este papel cuando nos sentimos encantados por su presencia seductora, su expresión elocuente y su personalidad magnética.
Sin embargo, cuando la goma de su sabiduría se encuentra con el camino de nuestra experiencia diaria, no logra cumplirlo. Inhibimos nuestra alma cuando les damos nuestro entusiasmo, energía, interés y confianza.
Nuestro poder personal es abandonado por una ilusión de ser.
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