lunes, 16 de julio de 2018

LOS MAESTROS GALÁCTICOS Y LOS NÚMEROS DEL DESTINO ( 2 PARTE )

Sin embargo, para continuar con la analogía musical, mientras que un día representa un tono o número particular, éste también tiene sus tonos secundarios.

Cuando está debidamente afinado en su esencia, entonces, la cualidad de un día puede conducir a experiencias en otras octavas, o en otras dimensiones del ser.

Aunque esta perspectiva tiene alguna analogía con la astrología, el significado es algo diferente, porque los números señalan hacia los armónicos galácticos más que o lo mismo que hacia los ciclos planetarios. Como resultado de esta perspectiva, aquello que los eruditos han tomado como la obsesión Maya con respecto al tiempo, no lo es en modo alguno.

Más bien, las series de números que tan profusamente adornan los monumentos de los Mayas Clásicos, están destinadas a describir principalmente las calibraciones de la armónica galáctica, correspondientes a los ciclos del tiempo solar y terrestre.

Regresaremos brevemente a las implicaciones de esta afirmación.

Por consiguiente, para los mayas el significado del número no viene necesariamente de la relación secuencial, como por ejemplo, el diez es más grande que el nueve, ni las cantidades que indispensablemente pueda representar cualquier suma de números, sino que viene de las cualidades derivadas de las yuxtaposiciones, permutaciones y tonos secundarios de un determinado conjunto de números.

En otras palabras, el significado del número como representante de las series de armónicos, no es lineal o progresivamente cuantitativo, sino radialmente recíproco.

Pero, ¿qué queremos decir cuando decimos que el significado del número es radialmente recíproco?.

Con el término radial queremos dar a entender un campo dinámico de radiación, y de cualidades radiantes como un fuego artificial que explota en forma de estrella en el día cuatro de julio. la idea es que cada uno de los trece números es radial, y expresa sus cualidades simultáneamente en todas direcciones, pues cada número está contenido en todos los demás números y los penetra a todos a la vez.

El término recíproco significa que cada número retroalimenta a todos los otros números, y que como número se encuentra expresado en los demás dentro de un circuito que los incluye a todos.

Un circuito describe una comente de energía cuyo origen y terminación son una misma cosa.

Como un circuito gigantesco, la galaxia puede ser representada por una serie de comentes de energía, en las que cada una de sus pulsaciones radiales puede ser descrita mediante una de las series de los números primarios. Igual que en un circuito, todas y cada una de las comentes de energía vibratoria tienen un final y un punto de origen comunes, es decir, Hunab Ku, el núcleo galáctico.

El mismo circuito, tal y como es descrito aquí, es llamado por los mayas el Zuvuya, o sea la comente desde y hacia la cual todo brota y a la cual todo regresa, yendo y viniendo simultáneamente, a la fuente de origen.
Regresemos entonces al Hunab Ku, el núcleo galáctico cuya brillantez no puede expresarse con palabras.

Como el núcleo de un huracán, de Hunab Ku podemos decir que posee un movimiento simultáneamente de spin y contra-spin, e irradia hacia afuera desde un punto central de energía indescriptible, que pulsa a una frecuencia particular.

Digamos que las comentes de energía contrarias puede describirse mediante una serie de números que van en direcciones opuestas. Además de eso digamos que una comente pulsa en frecuencias representadas por las series del 1 al 13, y la otra pulsa en las series de frecuencias que van del 13 al 1. Es decir, la primera va desde una pulsación simple a una más compleja, y la última va desde una pulsación más compleja a una sencilla.

Si igualamos las pulsaciones de las comentes que van en sentido de spin y contra-spin, la serie que obtenemos es la siguiente:
El ciclo completo de spin y contra-spin, también puede ser descrito por los números que representan las diferencias entre cada uno de los números adyacentes de los dos ciclos, es decir, la diferencia entre 1 y 13, 2 y1 2, 3 y 11, etc..

La secuencia de las diferencias entre las dos series se expresa mediante la siguiente serie de números:
Vemos también que la suma de los números 1+2+3+4+5+7+8... +l 3 es igual a 91, que es igual a 13 X 7, mientras que los números d e las series representadas por las diferencias de los dos ciclos suman 84, o sea 7 X 12, la diferencia entre 84 y 91 vuelve a ser 7.

Aún como número par, el 12 también puede ser factorizado por 3 (3 X 4), y 84 es igual también a 3 X 28, mientras que el 28 está representado por 4 X 7.

En este ejemplo, es interesante observar que el 7, que es el número que está en la mitad de cada una de las series, representa una diferencia de cero. Al estar en el centro de una serie de 13 números, el 7 representa la plenitud mística0 o potencialidad. Sumando las 2 series de 13 números, en la forma en que están colocadas la una frente a la otra, 1 + 13, 2 + 12, 3 + 11, etc. en todos los casos la suma es 14, o sea de 7 X 2. El número total de los números en las series de spin y contra-spin, es de 13 X 2, o sea 26.

En este simple ejemplo vemos que desde el núcleo galáctico, los números pueden irradiar simultáneamente en por lo menos dos direcciones. También vemos que la relación entre el ciclo de números de cada línea de energía, da origen a una simple serie de relaciones recíprocas. También es evidente que el 7 tiene una relación peculiar con el cero, con las sumas de cada una de las series (= 91), con las sumas pares de las dos series (14), y con la suma de las diferencias entre las series (84).

Si hubiera dos números claves que resultaran de este ejercicio, ellos serían el 13 y el 7.

Este ejemplo demuestra lo que queremos dar a entender al afirmar que el número es recíproco en sentido radial. Lo que parecían ser sólo dos líneas de números apareados el uno con el otro, realmente ofrece una gama mágica de permutaciones y posibilidades.

Recordando que los números representan diferentes tonos de resonancia, pulsaciones de onda, o cualidades de energía radiante correspondientes a diferentes sensaciones y categorías mentales, podemos empezar a valorar el “significado” que los mayas dieron a los números.

Como agentes activos de los diferentes niveles de resonancia, los números son en realidad entidades mágicas, seres armoniosos que saltan las octavas, cambian de identidad, hacen pasar de una dimensión a otra, y viajan inexorablemente hacia atrás, con la misma facilidad con que se extienden al avanzar progresivamente hacia adelante. (Para más detalles sobre el código numérico radialmente recíproco de los mayas, véase el Suplemento A. Números Direccionales y Números Radiales).

El que los mayas le hayan acordado un significado radial a cada uno de los números, siguiendo un modelo Oriente, Norte, Occidente, Sur, repetido en cinco veces, contribuye a la riqueza del significado y simbolismo de cada uno de los 13 números. El resultado factorizado de las 20 posiciones direccionales y de los 13 números, es por supuesto, el Tzolkin 260 unidades.

Si continuamos suponiendo que esta matriz de 260 unidades de permutación es la matriz primaria emitida por el núcleo galáctico Hunab-Ku, y remitida de nuevo a él, entonces también podemos presumir que de una u otra forma esta matriz pulsante -la constante galáctica-penetrará y estará en todos los aspectos de las funciones galácticas a través de todos los remotos sistemas estelares de la galaxia. Hay que recordar que los números y posiciones direccionales, describen el rango total de las relaciones armónicas tonales, con todos sus tonos secundarios resonantes y con todas sus posibilidades transformadoras.

En resumen, el Tzolkin es un teclado o tablero de frecuencias periódicas de aplicación universal.
Y como la matriz galáctica primaria, el Tzolkin es radial; y simultáneo en su núcleo, entonces, tan disperso y distante del núcleo como pueda parecer algunas veces, el funcionamiento de la matriz de todos modos conserva siempre su integridad radial y simultánea.

Así, como los móviles brazos galácticos son expresados por los números que se mueven hacia atrás y hacia adelante en su mutua relación; lo que nosotros llamamos tiempo, por ejemplo, es realmente el movimiento simultáneo desde y hacia el núcleo galáctico.

En verdad, mientras estemos afinados con el movimiento del “tiempo” que va en una sola dirección, lo que percibimos de la galaxia y del universo es tan sólo la mitad de la image

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