lunes, 5 de febrero de 2018

EL MUNDO BIPOLAR

Noam Chomsky disertó el pasado lunes largamente sobre esta pregunta y dejó en oídos del auditorio ideas sorprendentes, en una conferencia magistral en la Sala Nezahualcóyotl, transmitida en vivo por TV Unam y 12 televisoras públicas y universitarias que se enlazaron para enviar la señal a Aguascalientes, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tlaxcala, Yucatán, Durango y Nuevo León, además de por La Jornada on line.

Ideas sorprendentes como la de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, descrito como una mercancía con una mercadotecnia tan exitosa, que el año pasado mereció el primer lugar en campañas promocionales por parte de la industria de la publicidad. Más famoso que las computadoras Apple.

Tan vendible como una pasta de dientes o un fármaco.
O la idea de que la invasión estadounidense a Panamá, en 1989, hoy apenas una nota a pie de página para muchos, fue en realidad la señal de que Washington iniciaba, a través de la ficción de la guerra contra las drogas, una nueva etapa de dominación, cuando apenas habían pasado algunas semanas de la caída del Muro de Berlín.

O bien, un dato puntual, asombroso: la preocupación manifestada en 1990, en un taller de desarrollo de estrategias para América Latina en el Pentágono, de que una eventual apertura democrática en México osara desafiar a Estados Unidos. La solución propuesta fue imponer a nuestro país un tratado que lo atara de manos con las reformas neoliberales.

La propuesta se materializó en el Tratado de Libre Comercio (TLC), que entró en vigor en 1994.

Así, la reseña de Chomsky de las dos últimas dos décadas llegó al momento actual, al proceso de remilitarización de América Latina con siete nuevas bases en Colombia y la reactivación de la Cuarta Flota de su armada.

Todo, para aterrizar en la visión de un continente, el nuestro, que pese a todo comienza a liberarse por sí solo de este yugo, con gobiernos que desafían las directrices de Washington, pero sobre todo con movimientos populares de masas de gran significación.

Congruente con esta importancia que Chomsky da a los procesos sociales y a su constante llamado a visibilizar a sus protagonistas, al concluir su conferencia magistral y una entrevista con TV Unam, el académico todavía tuvo fuerzas para encontrarse brevemente con Trinidad Ramírez, dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco, esposa del preso político Ignacio del Valle, la cual agradeció al conferencista que fuera firmante de la segunda campaña por la libertad de 11 presos, le regaló su paliacate rojo y, por supuesto, también su machete. Blanche Petrich.

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