Nigel Harshaw, oriundo de Suffolk, Inglaterra (Reino Unido) trabajaba en EE.UU. con un visado provisional, e informó al Canal 13 Action News que durante la tarde del 28 de enero de 2017, mientras se hallaba en el patio de su casa ensamblando un asador, se produjo fue víctima de un extraño incidente. «Tan solo recuerdo haber estado parado ahí con la llave Allen en mi mano. Repentinamente, estaba en otro sitio», declaró en aquel entonces. Aquel «otro sitio», según Nigel, era el interior de un objeto volador no identificado. Y es que el asesor de tecnología informática, de 37 años de edad, afirma haber pasado nueve horas dentro del aparato, y que le fue posible comunicarse con sus secuestradores alienígenas. «Su idioma y patrones de habla no se parecían a nada conocido, sin embargo, me fue posible entenderlos y relacionarme con ellos». Según el testimonio de Harshaw, los seres «humanoides» no parecían ser hostiles. «Me preguntaron si había oído la buena nueva. Les dije que no estaba seguro. Me respondieron: “Dios te ama y quiere que lo conozcas y que lo ames. Te brinda una vida de paz y júbilo y plenitud”. Nigel, quien se profesa ateo, dice que sintió demasiado atemorizado al momento para confesarlo y que hizo lo posible por ser receptivo al mensaje ofrecido.
«Me dijeron que Jesucristo había visitado su mundo hace cientos de miles de años, proclamándose el Hijo de Dios». Uno de los seres le presentó con un objeto que describió como una Biblia. «Lo último que me dijeron antes de devolverme a casa es que Cristo viene». A pesar de no haber sufrido lesiones, Harshaw estaba desquiciado de terror a lo largo de la experiencia. «Sinceramente, ojalá y le hubiera sucedido a otro», comentó. ¿Hombres de Negro? El 30 de enero, tan solo dos días después del supuesto evento, dos agentes «muy serios» de la USAF se personaron en el hogar del Sr. Harshaw en Black Mountain y confiscaron el objeto parecido a una Biblia. «No formularon preguntas. Dejaron muy claro a qué venían, y al conseguirlo, sencillamente se fueron». Posteriormente, el Departamento de Estado de EE.UU. advirtió a Nigel Harshaw que su visado de trabajo provisional había sido anulado y tenía solo unos días para regresar al Reino Unido.
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