El proyecto «Blue Book», el «Informe Condon» y muchos científicos notables, son parte de esta campaña de encubrimiento de la CIA. El «Informe Condon» fue una farsa «científica» que inmediatamente fue desenmascarada como un fraude por el extinto Profesor James E. MacDonald.
(El profesor James MacDonald apareció «suicidado» de una manera muy extraña, poco después de haber desenmascarado el «Informe Condon»)
Nota del traductor
Desde el momento de su aparición, dicho informe fue muy duramente criticado por científicos (que no pertenecen a la CIA), los cuales lo examinaron a fondo, cosa que otros, por miedo al ridículo, no han hecho e increíblemente todavía continúan viendo al «informe Condon» como un estudio serio. Este triunfo logrado sobre la comunidad científica es algo que llena de satisfacción a las altas esferas de la «inteligencia» militar y política.
Esta manipulación de la opinión pública norteamericana y las técnicas avanzadas de control mental practicadas por la CIA, han sido descritas por un doctor de la Fuerza Aérea como «fascismo psiquiátrico, contradictorio con los principios de la democracia». En la actualidad, y debido a los sistemas de detección altamente sofisticados, se están detectando con mucha frecuencia ovnis sobre nuestras bases y sobre los silos de misiles y se ha descubierto que son capaces de entrometerse en los mecanismos de lanzamiento. Se los ha fotografiado en áreas prohibidas espiando nuestros experimentos militares, y por radar y hasta a simple vista se los ha seguido casi a diario cruzando los cielos de Estados Unidos y Canadá.
De todas partes del mundo nos llegan noticias semejantes y debido a ello es por lo que nos oponemos a este encubrimiento sin sentido que nos priva de una enorme cantidad de datos científicos. Pero no podemos hacer nada, porque la CIA controla todas las agencias de inteligencia militar y tiene una abrumadora influencia sobre muchas agencias del Gobierno.
Personal del FBI ha definido este encubrimiento como el mayor crimen jamás perpetrado contra nuestro pueblo. La CIA, amparándose en el «Interés Público Nacional» ha violado flagrantemente la letra y el espíritu de la ley.
El Código de Justicia Militar no ofrece a nuestros soldados ninguna protección contra esto. Nosotros como miembros del grupo «Justicia para el Personal Militar» estamos divididos entre el deseo de mantener nuestro juramento de secreto, y nuestro sentido de ética como ciudadanos responsables y leales de esta gran nación nuestra.
Pero, por otro lado, estamos totalmente decididos y dedicados a impedir que este encubrimiento siga perpetuándose en nuestra patria libre. Si nuestro país nos exige a los militares que estemos dispuestos a entregar nuestras vidas en su defensa, lo menos que puede hacer es decirnos contra quién estamos luchando y por qué.
Desde el momento de su aparición, dicho informe fue muy duramente criticado por científicos (que no pertenecen a la CIA), los cuales lo examinaron a fondo, cosa que otros, por miedo al ridículo, no han hecho e increíblemente todavía continúan viendo al «informe Condon» como un estudio serio. Este triunfo logrado sobre la comunidad científica es algo que llena de satisfacción a las altas esferas de la «inteligencia» militar y política.
Esta manipulación de la opinión pública norteamericana y las técnicas avanzadas de control mental practicadas por la CIA, han sido descritas por un doctor de la Fuerza Aérea como «fascismo psiquiátrico, contradictorio con los principios de la democracia». En la actualidad, y debido a los sistemas de detección altamente sofisticados, se están detectando con mucha frecuencia ovnis sobre nuestras bases y sobre los silos de misiles y se ha descubierto que son capaces de entrometerse en los mecanismos de lanzamiento. Se los ha fotografiado en áreas prohibidas espiando nuestros experimentos militares, y por radar y hasta a simple vista se los ha seguido casi a diario cruzando los cielos de Estados Unidos y Canadá.
De todas partes del mundo nos llegan noticias semejantes y debido a ello es por lo que nos oponemos a este encubrimiento sin sentido que nos priva de una enorme cantidad de datos científicos. Pero no podemos hacer nada, porque la CIA controla todas las agencias de inteligencia militar y tiene una abrumadora influencia sobre muchas agencias del Gobierno.
Personal del FBI ha definido este encubrimiento como el mayor crimen jamás perpetrado contra nuestro pueblo. La CIA, amparándose en el «Interés Público Nacional» ha violado flagrantemente la letra y el espíritu de la ley.
El Código de Justicia Militar no ofrece a nuestros soldados ninguna protección contra esto. Nosotros como miembros del grupo «Justicia para el Personal Militar» estamos divididos entre el deseo de mantener nuestro juramento de secreto, y nuestro sentido de ética como ciudadanos responsables y leales de esta gran nación nuestra.
Pero, por otro lado, estamos totalmente decididos y dedicados a impedir que este encubrimiento siga perpetuándose en nuestra patria libre. Si nuestro país nos exige a los militares que estemos dispuestos a entregar nuestras vidas en su defensa, lo menos que puede hacer es decirnos contra quién estamos luchando y por qué.
Tenemos el derecho a saberlo.
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